De un tiempo a esta parte se está poniendo de moda la, tan olvidada y denostada, uva garnacha. Son muchas las zonas de la península donde se cultiva dicha variedad: Madrid, Cataluña, Rioja, Aragón, pero es en esta última zona donde, para mi gusto particular, se le saca toda su potencia, tanto a nivel colorativo como olfativo y gustativo. Una muestra de lo que les cuento es "Breca" (D.O. Calatayud). De color cereza intenso. Aroma frutal y de madera bien integrada. En boca es potente, carnoso, lleno y largo. Sus 14,5º pasan desapercibidos, síntoma de un trabajo bien hecho. Un gran vino que refleja el cuidado que se le presta, en esta zona, a la uva garnacha.