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jueves, 31 de agosto de 2017

Recomendación: Guímaro 2016

Guímaro es el proyecto que retoma la tradición familiar de Pedro M. Rodríguez Pérez para elaborar vinos fieles al escarpado territorio de la Ribeira Sacra. Siguen cultivando variedades autóctonas como la caíño, sousón, meranzao, etc. que entran en mayor o menor medida en el coupage de sus vinos elaborados principalmente por la mencía. Apuestan por retomar las elaboraciones tradicionales, como la fermentación con raspón o el pisado de la uva. Su filosofía también pasa por una producción más ecológica y por limitar de la adición de sulfuroso. Las pronunciadas pendientes, donde se asientan sus viñas, hace necesario la plantación en bancales lo que propicia la diferente composición de los suelos. Este vino es el más joven de la casa y proviene de viñedos de entre 35 y 40 años de edad. Permanece en sus lías entre 4 y 8 meses y es el resultado de un 85% de mencía y las autóctonas: caíño, sousón, merenzao, brancellao, garnacha, mouratón y negreda. De color cereza, ribete violáceo. De media capa. Aroma intenso a fruta roja, frambuesas, notas florales de violetas, cierta mineralidad y recuerdos de monte bajo. En boca es fresco, frutoso, fresa ácida. Fácil de beber. Una vuelta al pasado. Un grande.

Recomendación: Barbazul 2014

Huerta de Albalá es una bodega situada en Arcos de la Frontera (Cádiz), una hermosa finca de 91 hectáreas donde hace más de 2000 años los romanos la eligieron para asentarse en este enclave. Una bodega diseñada al estilo chateau francés y que es la apuesta de su propietario, Vicente Taberner, para elaborar vinos de calidad en esta zona de la península. Cultivan las variedades de: syrah, merlot, cabernet sauvignon y la autóctona tintilla de Rota en un microclima propiciado por la sierra de Grazalema. Este vino es el benjamín de la casa y expresa todo el espíritu y fuerza de lo que quiere transmitir la bodega y que queda plasmado en su hermano mayor Taberner. Coupage de las variedades anteriormente descritas y que permanece 6 meses en barricas de roble francés. De color cereza y borde granate. Aroma a fruta negra, fruta madura, fondo de pimiento, especiado y balsámico. En boca es potente, fruta madura, equilibrado, especiado, largo postgusto. Fácil de beber y nada pesado pese a sus 15,5º. Gran placer por poco precio. (7 €) Una gran forma de descubrir otras regiones vinícolas.

Recomendación: Los Acilates 2014

La Bodega Palacio Quemado se fundó en el año 1999 con el objetivo de elaborar vinos de calidad que transmitieran la cultura de esta zona extremeña. Acogida a la DO de Ribera del Guadiana, sus vinos expresan fielmente el terruño, creados a partir de uvas autóctonas cultivadas y vinificadas de forma sostenible mediante una elaboración de mínima intervención. En el año 2015, esta bodega entró a formar parte de la asociación Grandes Pagos de España, que une a prestigiosas fincas de todo el país que defienden la cultura del vino de Pago, un vino producido en un terruño específico y capaz de reflejar un clima y la personalidad de un suelo concreto. El nombre del vino procede de las laderas de fuerte pendiente, causadas por la erosión,  que se pueden ver en algunas localizaciones de esta bodega. Vino que fermenta en depósitos de hormigón para preservar toda la fruta y que descansa 12 meses en fudres de 500 litros de roble francés. De bonito color cereza y cierto ribete violáceo. Limpio y brillante. Aroma a fruta roja, fruta fresca, notas lácticas, floral, mineral. En boca es fresco, frutoso, fruta roja, frambuesas, ligero, equilibrado. Fácil de beber. 93 puntos Peñín para este descubrimiento enológico. Toda una bomba.