Guímaro es el proyecto que retoma la tradición familiar de Pedro M. Rodríguez Pérez para elaborar vinos fieles al escarpado territorio de la Ribeira Sacra. Siguen cultivando variedades autóctonas como la caíño, sousón, meranzao, etc. que entran en mayor o menor medida en el coupage de sus vinos elaborados principalmente por la mencía. Apuestan por retomar las elaboraciones tradicionales, como la fermentación con raspón o el pisado de la uva. Su filosofía también pasa por una producción más ecológica y por limitar de la adición de sulfuroso. Las pronunciadas pendientes, donde se asientan sus viñas, hace necesario la plantación en bancales lo que propicia la diferente composición de los suelos. Este vino es el más joven de la casa y proviene de viñedos de entre 35 y 40 años de edad. Permanece en sus lías entre 4 y 8 meses y es el resultado de un 85% de mencía y las autóctonas: caíño, sousón, merenzao, brancellao, garnacha, mouratón y negreda. De color cereza, ribete violáceo. De media capa. Aroma intenso a fruta roja, frambuesas, notas florales de violetas, cierta mineralidad y recuerdos de monte bajo. En boca es fresco, frutoso, fresa ácida. Fácil de beber. Una vuelta al pasado. Un grande.
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