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viernes, 12 de julio de 2019

Recomendación: 30.000 Maravedíes 2016

El Treinta Mil Maravedíes es un vino de comarca, como su propio nombre indica. El maravedí fue una antigua moneda española con la que, según la historia, don Álvaro de Luna compró el Señorío de San Martín de Valdeiglesias a los frailes del convento de Santa María (quienes habían introducido el cultivo de la vid en estas tierras), abonando a éstos la suma de 30.000 maravedíes. Así consiguen, desde la bodega, que un hecho histórico conecte los vinos actuales con los que por aquel entonces elaboraban los monjes. Se trata de un vino producido a partir de cepas de todo el valle, casi de todos los suelos y orientaciones que conforman las tierras que compró don Álvaro y que pretende reproducir sensaciones de antaño. Con tal finalidad mezclan la garnacha y las uvas minoritarias de la zona como la morenillo (uva de creciente popularidad en la DO Terra Alta, pero poco conocida aún en el viñedo madrileño) para dar forma a un vino pleno de tipicidad, pero también con carácter propio. Elaborado con un 90% de garnacha y 10% de otras variedades como la morenillo, que permanece 8 meses en barricas usadas de roble francés. De color rubí. Aroma a frutos rojos, frambuesas, grosellas, monte bajo, piel de mandarina. En boca es frutoso, jugoso, ligero, amplio, taninos finos y cierta mineralidad. Fácil de beber. Brutal.

Recomendación: Atrepat 2018

El nombre de este vino explica perfectamente el peligro que corremos al probarlo. Un divertido juego de palabras fruto de la divertida combinación de trepat (la variedad de uva con la que se elabora) y de atrapat, que en catalán significa 'atrapado'. Así es justamente cómo se siente uno al probar este vino joven rebosante de energía y de sensaciones placenteras. No cabe duda de que las dos vendimias (una temprana para preservar la acidez y otra en plena madurez para buscar la intensidad de la fruta), así como la doble vinificación (maceración carbónica y convencional) han dado en el clavo, conjugando lo mejor de cada una de las opciones. Si a todo esto le sumamos una viña vieja, altitud y suelo arcillo-calcáreo trabajado bajo principios ecológicos, resulta sencillo entender por qué este vino te dejará verdaderamente atrepat. De color rubí y cierto ribete violáceo. De media capa. Aroma a frutos rojos, frambuesas, fruta ácida, fondo herbáceo, floral de violetas. En boca es fresco, frutoso, jugoso, cierta acidez refrescante, naranja sanguina. Pura golosina de fresa. Fácil de beber. Un peligro de vino. Para beber y beber…….