Recomendación: Los vinos de Norrel Robertson

Norrel Robertson llegó a Calatayud en el año 2003 buscando un lugar bien comunicado que le permitiese continuar su labor de asesor enológico en diferentes proyectos vitícolas de España y Francia. Después de recorrer las zonas vinícolas de medio mundo, obtener el título de Master of Wine y formarse en enología en Nueva Zelanda, recala en esta zona de España prendado de las viñas viejas de garnacha. Creó la empresa "El Escocés Volante" y asentó sus raíces en Calatayud. Su primer vino fue "Manga del Brujo", del que ya hice una entrada en su día, y con el que quiere dar su propia interpretación de las garnachas viejas de esta zona. Pero su producción no termina aquí. Vinos monovarietales de garnachas, vinos de parcela, vinos de variedades foráneas, mezcla de parcelas, etc. Como denominador común, la excelencia y perfeccionamiento en todos y cada uno de ellos. Y para envolver, tan preciadas joyas enológicas, lo hace con etiquetas modernas y nombres desenfadados que recuerdan a expresiones del día a día, como: "Manda huevos", "Es lo que hay", "En sus trece" o "Dos dedos de frente". Sus monovarietales de garnachas viejas son "Es lo que hay" y "En sus trece" y con ellos consigue vinos terrosos, minerales, muy balsámicos y frescos. En  "Dos dedos de frente" utiliza la syrah con un pequeño aporte de viognier. El resultado es soberbio, un vino estructurado, sabroso, con mucha fruta roja y notas mentoladas. "Manda huevos" tiene su versión tinto, con el coupage de las variedades garnacha, garnacha blanca, moristel y bobal y que como resultado final da un vino de menos extracción, ligero, refrescante y fácil de beber. A la versión blanco, de la variedad viura, solo le faltan las burbujas para estar ante un cava de categoría. Espectacular. Y como último, pero no menos importante, está "El Mondongo" llamado así por ser una mezcla de 5 parcelas mixtas de diferentes variedades y que da un vino muy parecido al anterior y que recuerda al estilo borgoña. En definitiva, una apuesta segura y diversa. Repetiré.

Novedad: Tanuki Bob Negre 2014

Ya he hablado en varias ocasiones sobre la bodega 4 Kilos de Mallorca y sobre sus originales vinos. Un refrigerador de leche, unas pocas barricas y un garaje de un amigo eran los elementos de los que disponían Francesc Grimalt y Sergio Caballero, los socios de la bodega, para lanzar su idea al mundo. El nombre de 4 Kilos hace referencia a la inversión inicial (en pesetas) que tuvieron que hacer para poner en marcha el proyecto. Defensores a ultranza de las variedades autóctonas de la isla, de una viticultura respetuosa con el medioambiente y del equilibrio natural de distintos elementos: cepa, suelo, clima y viticultor. Colaboran con la asociación amadip.esment, que es una organización para personas con discapacidad intelectual y que son los responsables de hacer las etiquetas y dar el nombre a algunos de sus vinos. En este caso la etiqueta está hecha por ellos y el nombre se traduce como perro mapache japonés. Animal originario de Asia y muy arraigado en el folclore nipón, que representa prosperidad y fortuna. Para sus creadores, Tanuki Bob es un animal bonachón, burlón y travieso al que le gusta mucho comer, beber y rascarse la barriga. Elaborado 100% con la variedad manto negro permanece 9 meses en foudres de 4.000 litros de roble francés, 9 meses en depósitos de acero inoxidable y 6 meses más en botella antes de salir al mercado. De color cereza pálido. Aroma a fruta roja, fruta ácida, palote de fresa, frambuesa. En boca es fresco, ligero, puntito de acidez refrescante. Placentero y muy fácil de beber. Muy borgoñón. Otra vuelta de tuerca de esta original bodega mallorquina. Bravo!!!!

Recomendación: Castro Candaz 2015

La colección de vinos Castro Candaz surge de la unión del afamado enólogo Raúl Pérez y su amigo Rodrigo Méndez, que deciden apostar por el potencial de la uva mencía en la zona de la Ribeira Sacra. La vinificación que se les da a estos vinos es de corte tradicional, suave y corta, buscando poca extracción del color, que da como resultado vinos de corte floral, minerales y frescos. Raúl Pérez tiene una forma muy particular de entender el vino. La prioridad no es la bodega, sino el viñedo. Por ello trabaja en multitud de proyectos, tomando como punto de partida los viñedos en los que encuentra las uvas que más le gustan. Como reza la etiqueta es una "viticultura heroica" ya que los viñedos se encuentran enclavados en fuertes pendientes donde solo se puede acceder por medios manuales. Así es la Ribeira Sacra. Monovarietal de mencía que permanece 6 meses en barricas usadas de roble francés de 500 litros. De color cereza, borde granate. De capa media-baja. Aroma a fruta roja y floral a partes iguales, mineral, fresco, complejo. En boca es frutoso, fruta roja, naranja sanguina, punto de acidez refrescante, ligero y agradable postgusto. Muy fácil de beber. Otra joya de Raúl.