Carlos San Pedro es el alma máter de Bodegas Pujanza. Procede de familia de viticultores de Laguardia que se remonta a cuatro generaciones. Desde pequeño tenía la ilusión de tener su propia bodega y es en 1998 cuando elabora su primer Pujanza y en 2001 cuando realiza su primera vendimia en su nueva bodega. Su filosofía es que el vino se hace en la viña y es ahí donde concentra todo su esfuerzo. Sus vinos son de corte contemporáneo en donde existe un equilibrio entre fruta y madera. Son vinos profundos y elegantes. El de hoy es uno monovarietal de tempranillo de la finca que le da nombre y ha permanecido 14 meses en barricas de roble francés. De color cereza y cierto ribete violáceo. Lágrima fina. Aroma a fruta roja, fruta madura, tostado, especias dulces, fruta al licor, cremoso. En boca es potente, frutoso, equilibrado, madera bien integrada, taninos maduros, fino amargor, largo postgusto. Un vino que enamora.
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