Recomendación: Alto Moncayo 2014

Bodegas Alto Moncayo, perteneciente a la DO de Campo de Borja, se creó en el año 2002 de la mano de Jorge Ordóñez, reconocido importador de vinos españoles en Estados Unidos y que posee varias bodegas en distintas zonas de la península. En esta bodega solo se elaboran vinos de garnacha autóctona y su filosofía de trabajo es la de convertirse en referente mundial con vinos de esta variedad. Vinos de altísima calidad donde predominan la estructura y amplitud en boca y la gran concentración de sabor. Las viñas viejas, de entre 40 y 65 años de edad, se cultivan en las estribaciones del Moncayo a una altitud que oscila entre los 500 y 800 metros con lo que se consigue una maduración lenta del fruto. Veranos calurosos e inviernos fríos y azotados por el cierzo. El ying y el yang. Permanece 20 meses en barricas nuevas de roble francés y americano. De color picota. Lágrima densa y de caída lenta. Aroma intenso a fruta negra madura, especiado, roble cremoso, tostado, complejo. En boca es potente, frutoso, estructurado, bombón de licor, cerezas, goloso, balsámico, cálido, espirituoso. Largo postgusto. Un vino para disfrutar sin prisas. Un vino para el deleite.

Recomendación: quite 2015

Esta es la historia de Verónica Ortega, una joven e inquieta enóloga gaditana que tras un periplo de trabajo por diversas regiones como: Priorat, donde trabajó para Álvaro Palacios y Clos Erasmus; Borgoña y la zona del Ródano, decide instalarse en Valtuille de Abajo, en pleno corazón del Bierzo, ya que para ella la uva mencía es su preferida. Su trabajo en el viñedo es manual siguiendo los preceptos de la viticultura ecológica. Los vinos se elaboran artesanalmente, con fermentaciones espontáneas y cortas maceraciones. Se nutre principalmente de viñedos viejos de mencía aunque hay pequeños aportes de otras variedades autóctonas como: alicante bouschet, doña blanca o merenzao. Pero lo que tiene de particular y que más se está poniendo de moda es la crianza en ánforas de barro. Más en concreto, de los 8 meses de crianza, la mitad los pasa en barricas de roble francés y la otra mitad en ánforas de 800 litros. De color cereza, borde granate. Aroma a fruta roja, fruta fresca, palote de fresa, notas lácticas y fondo mineral. En boca es fresco, frutoso, fresa ácida, floral, violetas, equilibrado y con un fondo terroso que le aporta el ánfora. Fácil de beber. Fresco y natural.

Recomendación: Finca Terrerazo 2014

La Finca Terrerazo fue adquirida por la familia Sarrión (Bodegas Mustiguillo-DO Utiel-Requena) a mediados de los sesenta, pero no fue hasta el año 1999 cuando decidieron hacer su propio vino. Vino de calidad tomando como referencia la uva bobal. Quieren dar a esta uva el protagonismo que se le supone, ya que durante muchos años era considerada como uva para granel o para hacer rosado de bajo precio. La uva bobal es la uva por excelencia de esta zona y se caracteriza por una elevada productividad, muchos racimos y de gran tamaño, con unos altos niveles de acidez y polifenoles. El actual enólogo, Toni Sarrión, optó por un rendimiento bajo de dicha variedad, para conseguir vinos de la máxima calidad. El viñedo se encuentra a unos 800 metros del nivel del mar, entre Teruel (la ciudad más fría de España) y el mar mediterráneo, es decir, en la antesala de La Mancha pero influido por el clima mediterráneo. Monovarietal de bobal que permanece 20 meses en barricas de roble francés. De bonito color picota intenso. Lágrima densa que impregna la copa. Aroma a fruta roja, frutal, floral, monte bajo, fondo de cacao, notas balsámicas, tostado. En boca es fresco, frutoso, equilibrado, goloso, complejo, fino. Muy fino. Un señor vino.

Recomendación: Ophiusa 2015

Cap de Barbaria es una pequeña bodega, fundada en el año 2000, y ubicada cerca del faro del Cap de Barbaria, una de las zonas más idílicas de la isla de Formentera. Cultivan variedades foráneas, como el cabernet sauvignon y merlot y variedades autóctonas como la monastrell y fogoneu. En cuanto al suelo, existen diferencias notables dentro de cada parcela, siendo arenosos para la merlot y más pedregosos en la zona del cabernet. Estas particularidades del suelo junto a un clima caluroso y seco en verano provocan un gran estrés hídrico a la planta. Ophiusa es el primer nombre que tuvo la isla de Formentera y que en griego significa tierra de reptiles. Un pequeño homenaje que sus elaboradores quieren dar a la isla. Este vino lo componen las cuatro variedades anteriormente citadas, con la particularidad que mientras que el cabernet y merlot descansan 8 meses en barricas de roble francés, la monastrell y fogoneu lo hacen en depósitos de acero para evitar un contacto excesivo con la madera. De color cereza, borde granate. Aroma a fruta negra, fruta madura, tostado, complejo, monte bajo, tomillo, romero, fondo mineral. En boca es frutoso, fresco, equilibrado, ligero, balsámico, mineral y con cierta salinidad. Fácil de beber.