Hace tiempo hablé sobre esta joven y prometedora bodega riojana y sobre el lanzamiento de su "Experiencia nº 1", un monovarietal de garnacha. Con estas "Experiencias" nos quieren proponer diferentes formas de hacer vinos, ya sea por el tipo de variedad de uva utilizada o por la forma de elaborar el vino, pero con un único objetivo, acercar el vino al consumidor y que disfrute y aprenda de lo que se le ofrece en cada una de sus botellas. Como denominador común a su proyecto está el carácter moderno de sus etiquetas y su inconfundible mano, que no es otra que la del propio Paco, padre del elaborador de este proyecto. Pero en esta ocasión le han dado una vuelta de tuerca y destaca por su formidable packaging. La botella, de tipo borgoña, aparece envuelta en un papel donde se describen los probables orígenes de la variedad graciano, así como la forma de elaborarla. Desde que el graciano es esa variedad que aporta "gracia" al vino, ya que es una variedad muy utilizada en Rioja como complemento a otras variedades por su aporte de acidez y color, hasta el significado de que al ser una uva muy robusta, cuando se les ofrecía a los lugareños ellos decían.....gracias no. Efectivamente dicha variedad es muy tosca y para domarla lo que han hecho en Paco García es conseguir una maduración óptima de la uva y posteriormente dulcificarla durante doce meses en barricas de 500 litros para quitarle esa aspereza a la variedad. Y lo han conseguido. De color cereza y borde granate. De media capa. Aroma a fruta negra, fruta madura, hierbas de monte, resinas, ligero tostado y punto especiado. En boca es fresco, frutoso, punto de acidez refrescante, varietal, ligero, sin aristas. Largo postgusto. Gracias SI.
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