Norrel Robertson, el Escocés Volante, tras trabajar en el negocio de la compra-venta del vino por medio mundo y tras obtener el título de Masters of Wine y de formarse en enología en Nueva Zelanda, recala en Calatayud, en el año 2003, enamorado de las viñas viejas de garnacha. Viñedos situados a una altitud entre los 700 y 800 metros que junto a un drenaje óptimo, mínimas precipitaciones anuales y el amplio contraste térmico entre el día y la noche hace que sus vinos gocen de una excelente concentración cromática y aromática. En los últimos años ha adquirido una nueva finca, situada a 950 metros de altitud, donde tiene plantadas vides de variedades foráneas. Este vino está elaborado, mayoritariamente de garnacha, y con pequeños aportes de syrah, mazuelo y tempranillo que permanece en barricas de roble francés durante 5 meses. De color cereza y borde granate. De capa media-alta y lágrima densa. Aroma a fruta roja, fruta madura y fresca, especiado, fondo de pimienta, notas de crianza, complejo. En boca es fresco, frutoso, mineral, equilibrado, punto goloso, amplio. Un vino que destaca por su frescura y que hace que sus 14,5º pasen desapercibidos. Muy fácil de beber. Conviene su decantación para degustarlo en toda su plenitud. Un vino muy expresivo.
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