Félix Callejo pertenece a una saga con una larga tradición en el mundo del vino, tanto por ser "corredores de vino", una especie de agente comercial, como por poseer viñedos. Tras la muerte de su padre, se hace con las riendas del negocio y a partir de 1989 nace su primera cosecha. Los viñedos, de tinto fino, están situados en la zona norte de la Ribera de Duero, en Sotillo de la Ribera, con una altitud media de 900 metros lo que supone un elevado contraste de temperatura entre el día y la noche, que mejoran la madurez de la uva, conservando la acidez en las frías noches. Utilizan levaduras autóctonas y dan gran importancia al concepto de terruño, que no es más que la interacción entre: clima, suelo, variedad e intervención del viticultor y siempre bajo el paraguas del cultivo ecológico. Este vino, es el pequeño de la casa. Elaborado 100% con tinto fino que permanece 6 meses en barricas de roble francés. De color picota, borde violáceo. Opaco. Aroma a fruta roja, frutos del bosque, intenso, floral, toques lácticos, recuerdos de madera. En boca es fresco, carnoso, frutoso, caramelo de violetas, balsámico, dulcificado por su paso en barrica. Franco y directo. Invita a seguir bebiendo. Uno de los mejores "robles" que he probado.
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