Bodegas Arrayán (DO Méntrida) surge en el año 1.999 como un proyecto personal de sus dueños y que con la llegada de la enóloga, Maite Sánchez, diez años después de su fundación, marca una nueva etapa tanto en la elaboración de los vinos ya existentes como en la introducción de variedades autóctonas a su gama de vinos. La finalidad de esta bodega es lograr que la viña manifieste con rotundidad la expresión de cada terruño. Para ello se practica una viticultura respetuosa con el medio ambiente, sin utilizar herbicidas ni insecticidas. En bodega se realizan fermentaciones espontáneas con levaduras propias de la uva, sin adición de producto alguno. Se utilizan diferentes tipos de barrica y tamaño dependiendo del vino que vayan a albergar. Las uvas de cada viña se vinifican por separado para dar a conocer las características de cada finca. Trabajan con variedades foráneas, como: cabernet, syrah, petit verdot pero también utilizan variedades autóctonas ubicadas en diferentes parcelas de la Sierra de Gredos. El vino de hoy es un monovarietal de garnacha de 60 años, cultivada a 720 metros de altitud en El Real de San Vicente. Permanece 12 meses en barricas de roble francés de 300 litros. De color cereza. Capa media-baja. Nariz limpia, aroma a fruta roja, fruta confitada, floral, violetas, monte bajo, balsámico. En boca es fresco, frutoso, litchi, puntito de acidez que lo hace refrescante. Muy rico y fácil de beber. 92 puntos Peñín por unos 12 €. Gran relación calidad-precio.
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