La historia de esta bodega se escribe desde 1870 como un proyecto de
cinco generaciones de viticultores enraizadas en la Sonsierra riojana y
entregadas durante décadas a descubrir el carácter y la identidad de
viñedos privilegiados para transmitirlos en vinos únicos, aquéllos que
sólo nacen en los terruños más excepcionales. En la actualidad, al frente de ella, se encuentran los hermanos Marcos y Miguel Eguren que han sabido preservar el legado de sus antepasados y poner a sus vinos entre los más avalados por crítica y público. Siguen una viticultura
tradicional, respetuosa con el medio ambiente, pero actualizada y mejorada con las
técnicas actuales. Ésta se singulariza por una total ausencia de
insecticidas y herbicidas, el uso de cobre y azufre y el abonado
orgánico, que hace habitual la presencia de la flora y fauna autóctona
dentro de sus viñedos. Los vinos son fruto de la más meticulosa selección de los racimos, en
muchos casos despalillados a mano y pisados a la manera tradicional para lograr la más suave extracción. Trabajan en diferentes zonas de La Rioja, como en San Vicente de la Sonsierra (Sierra Cantabria y San Vicente) y Laguardia (Viñedos de Páganos) y en la DO de Toro (Teso La Monja). A su amplio abanico de referencias, han añadido últimamente este monovarietal de garnacha, que procede de viñedos propios muy viejos. Permanece en barricas de roble francés, 15% nuevas y 85% de un año. De color cereza, cierto ribete violáceo. Aroma a frutos rojos, lácteos que dejan paso a notas florales, lavanda, mentolados y balsámicos. Muy fino en nariz. En boca es fresco, frutoso con cierta potencia inicial que se va diluyendo con el paso del tiempo. Equilibrado, roble cremoso, balsámico y de largo postgusto. Fino amargor. Otra grata sorpresa de esta excelente bodega riojana. ¡Grandes!
Todo lo relacionado con el mundo del vino. Fotografías. Notas de cata. Elección del tipo de vino para cada ocasión. Novedades y recomendaciones.
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martes, 13 de marzo de 2018
viernes, 9 de marzo de 2018
Recomendación: El Cadastro 2014
Olivier
Riviére, natural de Cognac, enólogo y winemaker, se formó en Burdeos y comenzó
su experiencia laboral en Borgoña. Con este curriculum aterriza en España, en
el año 2004, para trabajar con Telmo Rodríguez. Hombre inquieto por naturaleza,
sus ganas por descubrir nuevas zonas y por elaborar sus propios vinos
determinaron que iniciara su andadura en solitario. Sus vinos son honestos,
fiel reflejo del terruño y de las uvas que cultiva tanto en Rioja Alavesa,
Arlanza y Navarra. Los viñedos se cultivan sin utilizar ningún tipo de
herbicidas ni abonos químicos y los tratamientos se realizan exclusivamente a
base de productos biológicos, aplicados sólo cuando son estrictamente
necesarios. La vendimia es manual y la vinificación se lleva a cabo sin añadir
levaduras. Es uno de los componentes del movimiento Rioja&Roll, un grupo de
jóvenes enólogos que están reinventado los vinos de Rioja. El vino que os
presento, perteneciente a la DO de Arlanza, situada entre Burgos y Palencia, proviene
de viñedos adquiridos por Olivier en Covarrubias. Viñedos en altura y de viñas
viejas, que proporcionan potencia pero a la vez frescura. Elaborado con
tempranillo y un pequeño aporte de garnacha que después del prensado pasa a
barrica de roble francés durante 19 meses. De color cereza y ribete granate.
Limpio, brillante y de lágrima fina. Aroma a fruta roja y negra madura, compota
de frutas, punto mentolado, fondo de madera, complejo. En boca es frutoso,
sabroso, equilibrado, taninos pulidos, balsámico, lleno y largo. Conviene decantar
una hora antes para apreciar todos sus matices. ¡Magnifique!
viernes, 2 de marzo de 2018
Recomendación: Casa Castillo Vino de Finca 2016
Segunda añada de este vino de
Finca y del que puede presumir que sigue los mismos parámetros de calidad de
los que gozan el resto de vinos de esta magnífica bodega de Jumilla. Al frente
de Bodegas Casa Castillo se encuentra José Mª Vicente, que representa la
tercera generación de una familia de agricultores y que tras iniciar los
estudios de arquitectura decide dedicarse al mundo del vino coincidiendo con la
primera añada de la bodega familiar. Persona inquieta y autodidacta, su
aprendizaje se desarrolló entre países como Francia, Italia, Alemania y
Portugal. En estos viajes no buscaba las grandes bodegas sino los pequeños
viticultores con una filosofía más bien artesanal y que plasma en todos sus
vinos. Los vinos de Casa Castillo son vinos muy personales y que a veces recuerdan
a vinos foráneos, distintos a lo acostumbrado en Jumilla. Para sus
elaboraciones utiliza la Monastrell pero también se nutre de la garnacha, poco
habitual en esta zona y de la Syrah. Para elaborar este vino de Finca, se
utiliza un 95% de monastrell y un 5% de garnacha que descansa 14 meses en
fudres de 5.000 litros. De bonito color picota y ribete cardenalicio. Limpio y
brillante. Aroma a fruta negra, fruta madura, fondo lácteo, notas florales,
especiado, pimienta. En boca es frutoso, jugoso, sabroso, hierbas de monte,
especiado, equilibrado. Largo postgusto. Muy diferente. Soberbio. 92 Parker y
93 Peñín por 10€. Gran relación calidad-precio. Otro acierto.
Recomendación: Lunático 2015
Casa La Ermita nació en 1999 a
partir de una saga familiar vinculada a la agricultura. Tanto la bodega como
los viñedos se ubican en la sierra del Carche, en el altiplano murciano, dentro
de la DO Jumilla. Solo cuidando las uvas se pueden obtener los mejores vinos.
En Casa de la Ermita los viñedos se trabajan bajo la atenta observación de los
técnicos con el fin de obtener los mejores resultados. La enóloga francesa Valérie
Durand se encarga desde el año 2003 de supervisar la creación de los vinos de
la casa, elaborados con variedades como la Monastrell, pero también con otras
que, aunque no son autóctonas de la zona, están muy bien adaptadas, como la
Petit verdot, Cabernet Sauvignon, Merlot y Syrah. Todas ellas componen
distintos coupages y monovarietales en los que prima el estilo moderno de
elaboración, es decir, intentando preservar siempre el carácter frutal de la
variedad. Lunático es un tinto diferente, el de más reciente creación de la
bodega y es elaborado con la variedad autóctona Monastrell y sus atributos le
llevaron a conseguir, en esta añada, la medalla de oro en el concurso mundial
de Bruselas. Permanece 12 meses en barricas de roble francés. De color cereza,
borde granate. Aroma a fruta negra, fruta madura, compota, punto especiado,
pimienta, balsámico. De entrada potente en boca, con el paso se muestra
sabroso, balsámico, cálido y ligero fondo de madera que no impera sobre la
fruta. Agradable postgusto. Elegante.
Recomendación: Frontonio Telescópico Garnacha 2014
Esta bodega nace de una gran
amistad y de una verdadera pasión por el vino. De otra manera sería difícil
entender cómo uno de sus socios dejó su profesión de ingeniero, especializado
en energías renovables, y el otro puso a disposición del proyecto su garaje y
viñas familiares para materializarlo. En el año 2008, Fernando Mora, visitó con
su mujer el museo Vivanco, en Rioja, y bodegas Blecua en Somontano y tras estas
visitas surgió el flechazo de Fernando con el mundo del vino, tal es así que
ese mismo año hicieron su primer vino en la bañera de su casa. A partir de aquí
se embarca en obtener el título más respetado en el mundo del vino, el Master
of Wine, que consigue en tan solo 3 años. Tenía claro que su futuro estaría
dentro del mundo del vino. Más tarde conoce a Mario López y empezaron a
elaborar vinos en el garaje de los padres de Mario con las viñas que ya
plantaron su padre y su abuelo. Su resultado fue la aparición de la primera
añada de lo que en el futuro sería Frontonio 2010 de la que se elaboraron tan
solo 630 botellas. Se enorgullecen de hacer vinos en un garaje, con el
estrujado a pies desnudos, recolectando la uva a mano, con mínima intervención
en el viñedo, utilizando depósitos de cemento o la crianza en barrica pero no
sujeta a reglas. Para Fernando el vino es el resultado de pequeños matices y
que se puede hacer vino de calidad con medios limitados. En definitiva, Bodegas
Frontonio, es el resultado de personas que se han unido con un argumento común,
el vino esta hecho por personas, para personas. Perteneciente a la IGP de
Valdejalón, este vino es un monovarietal de garnacha de entre 35 y 60 años de
edad que fermenta en depósitos de hormigón abiertos y permanece 8 meses en
barricas de roble francés de segundo uso. De color cereza, borde granate. Aroma
a fruta roja y fruta negra madura, fruta en sazón, monte bajo, punto de licor y
balsámico. En boca es fresco, frutoso, madera bien integrada, goloso. Una
garnacha fresca, balsámica y de largo postgusto. Gran equilibrio entre fruta,
acidez y madera. Buena evolución en copa. Top, top, top.
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