La historia de esta bodega se escribe desde 1870 como un proyecto de
cinco generaciones de viticultores enraizadas en la Sonsierra riojana y
entregadas durante décadas a descubrir el carácter y la identidad de
viñedos privilegiados para transmitirlos en vinos únicos, aquéllos que
sólo nacen en los terruños más excepcionales. En la actualidad, al frente de ella, se encuentran los hermanos Marcos y Miguel Eguren que han sabido preservar el legado de sus antepasados y poner a sus vinos entre los más avalados por crítica y público. Siguen una viticultura
tradicional, respetuosa con el medio ambiente, pero actualizada y mejorada con las
técnicas actuales. Ésta se singulariza por una total ausencia de
insecticidas y herbicidas, el uso de cobre y azufre y el abonado
orgánico, que hace habitual la presencia de la flora y fauna autóctona
dentro de sus viñedos. Los vinos son fruto de la más meticulosa selección de los racimos, en
muchos casos despalillados a mano y pisados a la manera tradicional para lograr la más suave extracción. Trabajan en diferentes zonas de La Rioja, como en San Vicente de la Sonsierra (Sierra Cantabria y San Vicente) y Laguardia (Viñedos de Páganos) y en la DO de Toro (Teso La Monja). A su amplio abanico de referencias, han añadido últimamente este monovarietal de garnacha, que procede de viñedos propios muy viejos. Permanece en barricas de roble francés, 15% nuevas y 85% de un año. De color cereza, cierto ribete violáceo. Aroma a frutos rojos, lácteos que dejan paso a notas florales, lavanda, mentolados y balsámicos. Muy fino en nariz. En boca es fresco, frutoso con cierta potencia inicial que se va diluyendo con el paso del tiempo. Equilibrado, roble cremoso, balsámico y de largo postgusto. Fino amargor. Otra grata sorpresa de esta excelente bodega riojana. ¡Grandes!
No hay comentarios:
Publicar un comentario