En 1998, nueve amigos deseosos de tener un
vino propio se unieron para cumplir un sueño común, contando para ello con el
asesoramiento de Peter Sisseck (Pingus) y Jérôme Bougnaud. Teniendo siempre
presente el concepto francés de 'terroir' y apoyados por la concepción de vinos
elaborados a partir de la filosofía biodinámica de ambos enólogos, decidieron
apostar por la implantación de un nuevo viñedo al margen de la denominación de
origen Ribera del Duero, en la histórica zona de Sardón de Duero. La plantación
del viñedo tuvo lugar entre 1999 y el año 2000, y son 7 las variedades que
podemos encontrar en la viña: Tinto fino, Cabernet sauvignon, Syrah, Petit
verdot, Malbec, Merlot y Cabernet franc. Con el fin de conseguir un equilibrio
entre el suelo, el clima, la cepa y el entorno natural, la viticultura que se
realiza respeta los ritmos y principios de la biodinámica. Abonar con el propio
compost, mantener una cubierta vegetal en el suelo, tratamiento con plantas
medicinales, respeto del ciclo de la luna, preservación de las plantas y flores
naturales, son algunos ejemplos de las prácticas que llevan a cabo. QS2 es el
hermano menor de los vinos que se producen en la bodega y tiene su carácter
propio ya que cada añada suele variar el coupage de las variedades que utiliza.
En este 2016 utilizan: 60% de tinto fino, 22% cabernet sauvignon, 11% petit
verdot, 5% syrah, 1% cabernet franc y 1% malbec que descansa 14 meses un 85% en
barricas de roble francés de uno y dos usos y un 15% en foudres de 1.200 litros
de roble francés. De color picota muy cubierto. Aroma a fruta negra, fruta
madura, madera de cedro, punto mentolado, especiado de pimienta. En boca es sabroso, muy equilibrado, taninos sedosos, final balsámico, especiado
y largo. Un vino muy serio. Para beber y no parar.
Todo lo relacionado con el mundo del vino. Fotografías. Notas de cata. Elección del tipo de vino para cada ocasión. Novedades y recomendaciones.
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martes, 29 de enero de 2019
viernes, 18 de enero de 2019
Recomendación: Peixes Lacazan 2016
Peixes es la nueva aventura vinícola de dos
de los fundadores de Fedellos Do Couto: Jesús Olivares y Curro Bareño. Para
este nuevo proyecto han buscado viñedos olvidados más allá de los límites de
las DO Ribeira Sacra y Valdeorras, lo que les da plena libertad para mezclar
uvas de ambos lados del río. En dichas zonas, limítrofes para el cultivo de la
uva, el frescor y la altitud son elevados (hasta 850 metros de altitud). Se
cultivan variedades locales plantadas en vaso y, a menudo, mezcladas en el
mismo viñedo, sin aparente distinción entre varietales. A través de las
variedades autóctonas y el frescor de un terruño cuya esencia se respeta al
máximo, ya que no se utilizan químicos y se limitan las intervenciones a las
realmente imprescindibles, han conseguido vinos repletos de carácter y emoción
como este Peixes Lacazán. Un vino que en un principio se muestra tímido pero
con una aireación suficiente va ganando en amplitud a cada momento. Mezcla de
mouratón, mencía, garnacha tintorera y grao negro que permanece 12 meses en
barricas usadas de roble francés. De color cereza. Tiene una entrada a aroma a
pólvora, jugo de carne, granito y cierta complejidad que con el paso del tiempo
se vuelve más frutal y floral. En boca es frutoso, fruta roja, grosellas, piel
de naranja y una fina acidez final que lo hace refrescante. Un vino a beber con
mesura por su trago fácil y directo.
Novedad: José Gil 2016
José Gil tras acabar sus estudios de enología
y pasar largas temporadas en Borgoña y Alemania, comenzó a trabajar en 2011,
con tan solo 20 años, en Bodegas Olmaza, la bodega propiedad de su padre, su tío
y su abuelo. Allí se impregnó del gusanillo del mundo de la viticultura y de la
elaboración de vinos. De ellos ha adquirido desde pequeño la pasión por el
trabajo bien hecho en el viñedo. En el año 2012 compró un pequeño calado en la
ladera del castillo de San Vicente de la Sonsierra para comenzar a hacer microvinificaciones
de sus parcelas. En la vendimia de 2016 es cuando empieza el proyecto José Gil
Vigneron con la ayuda de varios familiares. Su concepto y modelo de vinos se
encuentra en Borgoña, y ahora con 27 años y mucha modestia, ya que sabe que aún
le queda mucho por aprender, se ha lanzado a la consecución de una bonita meta:
crear vinos dignos de la tierra que lo vio nacer. Coupage de tempranillo,
garnacha y viura de viñedos de 45 años que permanece 12 meses en barricas de
roble de grano extrafino. De color picota, muy cubierto. Cierto ribete violáceo.
Aroma frutal, frutos del bosque, arándanos, moras, monte bajo, fondo mentolado
y terroso. En boca es frutoso, sabroso, equilibrado, fruta roja fresca,
redondo. Recuerdo a los vinos de pueblo. 92 puntos Tim Atkin. A seguirle la
pista porque dará que hablar.
martes, 8 de enero de 2019
Novedad: Experiencia 4 Castaño Paco García 2016
Ya he hablado en anteriores ocasiones sobre
esta joven y prometedora bodega riojana. De tradición bodeguera, el espíritu de
este proyecto nace del hermano del actual gerente (o como a él le gusta que le
digan, viticultor metido a gerente), pero un trágico accidente hace que Juan
Bautista coja las riendas del negocio. Junto con su pareja, Ana Fernández,
hacen un tandem perfecto para lograr el objetivo de que el vino vuelva a ser
consumido por el público joven. Gracias a la inquietud de Juan por explorar
nuevas técnicas, materiales, variedades y al trabajo lúdico en bodega, nacen lo
que denominan “Experiencias”. Se trata de ofrecer, cada año, un vino único,
diferente y exclusivo. Es como si se tratase de un departamento de I+D+i. En la
número 1, nos presentaron un monovarietal de garnacha cultivada en altura. La
segunda, un monovarietal de graciano. La tercera o duelo de robles, de cómo un
monovarietal de tempranillo se comporta de distinta forma si se cría en barrica
de roble francés o americano. En esta, su Experiencia 4, nos muestran un vino
elaborado 100% con tempranillo pero criado durante 20 meses en barricas de
castaño, material empleado antiguamente y que está siendo recuperado por jóvenes
viticultores. Si en la anterior experiencia ya se podía distinguir el uso de barricas
de roble de diferentes procedencias (francés vs americano), en esta ocasión nos
sorprenden los matices que el castaño aporta al vino. Un vino con más carga
frutal y que hace que este material aporte otros sabores al tempranillo, distintos
a lo que estamos acostumbrados. De color cereza, ribete violáceo. Aroma a fruta
negra, arándanos, frutillos del bosque, floral de violetas, punto mentolado,
fresco, frutal. En boca es frutoso, sabroso, fresco, equilibrado. Fino amargor.
Largo. Fácil de beber. Extraordinario.
Recomendación: Vaso de Luz 2009 Reserva
Pago de los Balancines, es una joven bodega
extremeña acogida a la DO de Ribera del Guadiana y que en su corta existencia,
creada en el 2006, atesora una gran cantidad de premios y reconocimientos por
la crítica tanto nacional como internacional. Basa su éxito en ofrecer un
producto de gran calidad con especial cuidado de la naturaleza y del entorno
del que provienen sus vinos. Son vinos con “alma”, como les gusta decir, ya que
el trabajo del equipo se hace desde la humildad y cuidando hasta el más mínimo
detalle. Siguen una viticultura ecológica por convencimiento y con la certeza
de que de un viñedo tratado con cariño nacen buenos vinos. De su variada oferta
de vinos, éste monovarietal de cabernet sauvignon solo se produce en años
excepcionales. Cuidada selección en viñedo, recolectado por la noche y
trasportado a bodega en pequeñas cajas. Permanece durante 24 meses en barricas
de roble francés. La etiqueta es la pintura del poeta y pintor Manuel Padorno y
que toma el nombre de una de sus obras. De color picota. Aroma a fruta negra,
fruta madura, fondo de pimiento verde, roble cremoso y especias dulces. En boca
es potente, sabroso, carnoso, fruta al licor, cálido, taninos pulidos. Sedoso y
largo postgusto. Ya es grande pero con el paso del tiempo mejorará. Conviene
decantar.
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