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jueves, 30 de mayo de 2019

Recomendación: Carravalseca 2015

Casa de la Primicia (siglo XI) es el edificio civil más antiguo de la villa de Laguardia, la capital de Rioja Alavesa. Desde inicios del siglo XV la iglesia cobraba aquí, el impuesto agrícola de los Diezmos y Primicias. Así nace Casa Primicia. Bodega familiar, que hoy la regenta la tercera generación. Aprovechando el bondadoso microclima de la zona, el viñedo de Bodegas Casa Primicia se extiende desde fincas situadas a las faldas de la Sierra de Cantabria hasta laderas cercanas al Río Ebro. Cordillera y río, que son las fronteras naturales de una comarca que vive por y para el vino, Rioja Alavesa. De todos los viñedos la joya es Carravalseca, finca ecológica rodeada de olivos, en un entorno único, en un pago que lleva el nombre de una laguna natural endorreica protegida. Viñedos de 36 años de edad situados a una altitud de 605 metros. Elaborado con un 97% tempranillo y 3% graciano que permanece 12 meses en barricas nuevas de roble francés y americano. De color cereza cubierto. Limpio y brillante. Aroma a frutos rojos, lácteos de yogur, finas vainillas, fondo de coco. Expresivo. En boca es frutoso, equilibrado, regaliz, balsámico, taninos suaves. Fácil de beber.


lunes, 20 de mayo de 2019

Recomendación: Montecastro 2014

Montecastro es una bodega que se fundó en el año 2000 cuando un grupo de amigos y empresarios apasionados del vino decidieron iniciar su proyecto empresarial. En 2012, es adquirida por parte de los responsables de la prestigiosa bodega también ribereña Hacienda Monasterio. Tras la adquisición, Carlos de la Fuente, estrecho colaborador de Peter Sisseck desde 1991 en la dirección técnica de Hacienda Monasterio, asumió las riendas enológicas de Montecastro, siendo la añada 2014 la primera añada elaborada enteramente tanto por él como por su equipo. El objetivo de Hacienda Monasterio con Montecastro es mantenerse fieles al proyecto original de elaborar vinos creativos y de calidad para sacar lo mejor de un viñedo excepcional. Para ello se nutren de 27 hectáreas ubicadas a entre 860 y 930 metros de altitud en la localidad vallisoletana de Castrillo de Duero. La mayoría de estos viñedos están plantados con la variedad Tinto Fino, aunque también poseen un pequeño porcentaje de Cabernet Sauvignon y Merlot. Solo trabajan con depósitos de hormigón termoregulados, material que protege los vinos de los cambios bruscos de temperatura y es especialmente indicado para potenciar sus valores frutales. 95% tempranillo y 5% merlot que descansa 8 meses en barricas nuevas de roble francés seguido de 10 meses en barricas de roble francés de segundo y tercer uso. De bonito color picota, ribete violáceo. Limpio y brillante. Aroma a frutas rojas y negras, fruta madura, ligeras notas lácteas, roble cremoso, suaves torrefactos, especias dulces. Muy expresivo en nariz. En boca es potente, carnoso, sabroso, equilibrado, regaliz, balsámico. Persistente. 92 Parker y 91 Peñín.

Recomendación: La Bruja de Rozas 2016

Nueva añada de este vino de la DO Vinos de Madrid que, hasta ahora, conocíamos como La Bruja Avería y que ahora pasa a ser conocido como el vino La Bruja de Rozas. Vino elaborado por Comando G, una joven bodega que tiene como objetivo elaborar vinos a partir de garnachas viejas. De ahí la G del nombre. G de garnacha. Un monovarietal de Garnacha que la bodega Comando G elabora a partir de las viñas de entre 30 y 80 años repartidas en tres fincas situadas a unos 900 metros de altitud en la Sierra de Gredos, concretamente en la zona de Rozas de Puerto Real sobre suelos graníticos. A esta altitud consiguen una maduración equilibrada y unos vinos muy frescos. Practican una agricultura siguiendo los principios de la biodinámica, completamente respetuosa con el entorno.  Cada parcela se vendimia y se vinifica por separado. Las fermentaciones y maceraciones se realizan en tinas de madera, con levaduras autóctonas y suaves maceraciones. Una vez realizado el coupage, el vino reposa durante 9 meses en cubas de madera. De color rubí. Aroma a fruta roja, cerezas, piel de naranja, litchi, hierbas de monte, mineral. En boca es frutoso, jugoso, ligero, fresco, especias dulces. Muy placentero. Borgoñón. Exquisito. 93 Parker.

viernes, 17 de mayo de 2019

Recomendación: Demencia Cachicán 2017

La palabra Demencia está relacionada con lo inverosímil, un pequeño desorden mental, pero cargado de ingenio y brillantez, de eso está hecho el vino Demencia. Un proyecto joven, creado y desarrollado por gente joven, que tienen una cosa en común: les gusta el vino con locura. El nombre Demencia también responde a un juego de palabras basado en la materia prima con la que está elaborado el vino: la variedad Mencía. Al frente de este proyecto está Nacho León un joven berciano cuyo objetivo es hacer grandes vinos basándose en viñas viejas y en una elaboración artesanal. Demencia Cachicán es un proyecto arriesgado con poco más de 300 botellas elaboradas a través de un crowfunding. La voluntad de Nacho León de elaborar un gran vino, siguiendo métodos tradicionales y con la mínima intervención. El resultado es un vino de pueblo, de Los Baños, concretamente, que expresa el terroir del que procede como pocos. Sin adición de sulfuroso, es un vino natural elaborado con Mencía y las variedades blancas locales que se encontraban plantadas en el mismo viñedo, principalmente Doña Blanca. 5 meses en barrica usada y un ejemplo de cómo el vino se hace solo. Excelente presentación: bonita etiqueta y lacrado. De bonito color picota y ribete violáceo. Aroma a frutos rojos, frutos negros, frutos del bosque, moras, arándanos, sotobosque, mineral. En boca es frutoso, carnoso, cierta acidez que recuerda a la piel de naranja pero con un final balsámico. Fácil de beber. Largo. Brutal. 92 Parker.

lunes, 6 de mayo de 2019

Recomendación Cuevas de Arom As Ladieras 2015

En el año 2008, Fernando Mora, visitó con su mujer el museo Vivanco, en Rioja, y bodegas Blecua en Somontano y tras estas visitas surgió el flechazo de Fernando con el mundo del vino, tal es así que ese mismo año hicieron su primer vino en la bañera de su casa. A partir de aquí se embarca en obtener el título más respetado en el mundo del vino, el Master of Wine, que consigue en tan solo 3 años. Tenía claro que su futuro estaría dentro del mundo del vino. Más tarde conoce a Mario López y empezaron a elaborar vinos en el garaje de los padres de Mario con las viñas que ya plantaron su padre y su abuelo. Valdejalón, tierra de Garnachas, es una IGP (Indicación Geográfica Protegida) que está en la provincia de Zaragoza. Se situaría en el centro de un triángulo que dibujarían Cariñena, Calatayud y Campo de Borja, y en cierto modo comparte algunas características con los vinos de estas denominaciones. Posee un clima continental con influencia mediterránea, muy extremo en cuanto a las oscilaciones térmicas, con una pluviometría escasa, que oscila entre 100 y 300 l/m2 al año y un viento muy presente, “el Cierzo”. Valdejalón ha sido una tierra con una viticultura ligada históricamente a cooperativas y a la producción de vinos de granel. La Garnacha es su uva mayoritaria, una uva para los creadores de esta bodega tiene un gran potencial. Siete años después de empezar a elaborar vino casero, comenzaron a producir vino a partir de la uva que mejor conocían: la Garnacha y en este caso de la zona de Campo de Borja y cultivada en altitud. Para este vino decidieron cuestionarlo todo y emplear diferentes depósitos para su fermentación y crianza, desde madera hasta hormigón, donde permanece el vino entre 10 y 12 meses. De color cereza y borde granate. Aroma a fruta roja, cerezas, fruta madura, fruta confitada, notas vegetales y florales. En boca es sabroso, jugoso, cierta potencia inicial, equilibrado, cálido, balsámico, taninos suaves. Largo y agradable postgusto. Fácil de beber. 91 Parker y 92 Peñín.

Recomendación: Paraje de los Vidrios 2016

Bodega de nueva creación (2015) puesta en marcha por el afamado distribuidor de vinos Miguel Ángel Sánchez entre Cadalso de los Vidrios y San Martín de Valdeiglesias, dentro de los límites de la Comunidad de Madrid. Gran conocedor de los vinos de nuestro país por su labor como distribuidor de grandes marcas creadas por vitivinicultores de prestigio como, por ejemplo, Álvaro Palacios. Se hizo con varios viñedos en las dos localidades madrileñas ya mencionadas y, junto a sus socios, ha levantado su proyecto más personal: Parajes de los Vidrios. La idea es elaborar vinos naturales a partir de dos variedades arraigadas en la zona desde tiempos inmemoriales: la Garnacha y la Albillo, empleando prácticas biodinámicas y el uso de caballos para las labores en la viña. El objetivo es sacar al mercado vinos elegantes que recojan la esencia del territorio y hagan disfrutar a los aficionados de la finura de ambas variedades autóctonas. Para ello parten de viñedos muy viejos de hasta un siglo de antigüedad y cultivados con el máximo respeto por el medioambiente. Elaborado 100% con garnacha de viñedos de entre 60 y 100 años de antigüedad cultivados a una altitud entre 800 y 900 metros que permanece 12 meses en barricas de roble francés de 500 litros. De color rubí, ribete naranja. De media-baja capa. Aroma a fruta roja, cerezas, fruta fresca, pile de naranja, ligeras notas ahumadas. En boca es fresco, frutoso, jugoso, ligera acidez refrescante, taninos suaves. Muy fácil de beber pese a sus 14,5 grados. Excelente.