En 2014 nace Forlong de la mano de dos
enamorados del vino que han puesto su cuerpo y alma en la elaboración de vinos
totalmente artesanales y ecológicos. En el Puerto de Santa María (Cádiz), se
encuentra la finca, conocida como “El olivar de Forlón”, en la que se sitúa la
bodega, con 11 hectáreas de viñedos propios cultivados cuidadosamente siguiendo
técnicas ecológicas y biodinámicas. Anteriormente, la finca perteneció a un
comerciante británico, Pedro Furlong, que la tenía plantada con olivares y
viñedos aunque en 2007 solo quedaban dos olivos. Después de una exhaustiva
formación y trabajar en distintas bodegas de renombre, Rocío Áspera y Alejandro
Narváez decidieron recuperar la antigua plantación, que se había perdido a lo
largo de los años, al igual que la “G” final del nombre de su antiguo
propietario, para dar así finalmente vida a Forlong. Trabajan siguiendo una
filosofía de respeto al medioambiente recuperando técnicas vitivinícolas
ancestrales. Buscan seguir la tradición milenaria de la viticultura de Jerez,
pero elaborando algo diferente. Es por ello por lo que fermentan su vino blanco
“Amigo Imaginario” en una bota de oloroso, elaboran sus tintos en tinajas de
barro centenarias y cultivan variedades como la Palomino fino, Pedro Ximénez y
la minoritaria Tintilla de Rota. Forlong Tintilla es un monovarietal de tintilla
de rota que permanece 6 meses en tinajas de barro y posteriormente 10 meses en
barricas de roble francés de 225 litros. De color picota, cierto ribete violáceo.
Aroma a fruta roja, fruta madura, fruta confitada, balsámico y especiado. Nariz
fina y expresiva. En boca es frutoso, sabroso, goloso, equilibrado, envolvente
y largo postgusto. Olé, olé y olé.
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