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jueves, 31 de octubre de 2019

Recomendación: Sanmartí 1018 2017

Celler Sanmartí es una bodega situada en la DO. Plà de Bages con una larga historia. Propiedad familiar dedicada a la viña y a la producción de vino desde el año 996. De esta manera, aún se conservan las instalaciones de la bodega histórica, que han sido renovadas y adaptadas para la producción de vinos de calidad y limitada producción y siempre con el máximo respeto al entorno natural. La ubicación de la bodega, en el sótano de la masía, permite trabajar por gravedad y con una excelente estabilidad natural de temperatura. Elaboran vinos únicamente con variedades autóctonas, escogidas entre las que existían en la propiedad a finales del siglo XIX, como: picapoll, macabeo, sumoll, mandó y garnacha y siempre siguiendo el principio de la mínima intervención posible y bajo cultivo ecológico, respetando así la biodiversidad de la zona. Su vino blanco está elaborado 53% de macabeo y 47% de picapoll. Trabajo con sus lías durante 3 meses y posterior crianza en barricas de roble francés. De color pajizo verdoso. Aroma a flores blancas, hinojo, manzana verde. En boca es fresco, delicado, untuoso, goloso, final anisado y con un toque salino. Muy, pero que muy rico. Para empezar y no parar.

martes, 29 de octubre de 2019

Recomendación: Montebaco 2016

Bodegas Montebaco se encuentra a caballo entre los términos de Valbuena y Pesquera de Duero, dos de los municipios más prestigiosos de la Ribera del Duero, en pleno corazón de la D.O. Montebaco, es un vino de finca que proviene de la finca denominada Monte Alto con viñas plantadas en 1987. La ubicación de esta finca es precisamente una de las singularidades de este proyecto vitivinícola. Aunque diste tan solo 4 kilómetros del río Duero, su situación en el valle del arroyo Jaramiel, a casi 900 metros de altitud, le confiere unas características geoclimáticas muy particulares que convierten a Montebaco en una “isla” dentro de la prestigiosa denominación. El clima en esta zona es continental extremo, con una pluviometría baja y unos inviernos rigurosos y largos, con un periodo libre de heladas por debajo de los 140 días al año. El suelo es arcillo-calcáreo y las plantaciones están situadas en laderas con orientaciones este-oeste y líneas dirigidas de norte a sur. Todas las labores de cultivo están encaminadas a controlar el vigor de la planta, consiguiendo así producciones bajas y concentraciones muy interesantes. La vendimia, por su parte, se realiza seleccionando a pie de viña sólo aquellos racimos bien maduros y sanos. Elaborado 100% con tinta fina que permanece 13 meses en barricas de roble francés y americano. De color cereza y ribete granate. Aroma a fruta roja, regaliz, balsámico, ligeras vainillas y suaves tostados. En boca es frutoso, fresco, balsámico, equilibrado y de paso amable. Largo postgusto. Un Ribera a caballo entre lo clásico y lo moderno.

Relación calidad-precio: Estancia Piedra Roble 2018

Estancia Piedra es una bodega con casi 50 años de experiencia a sus espaldas, ubicada en pleno Valle de la Guareña y que además de elaborar vinos fieles a su tierra, llevan a cabo una importante labor divulgativa en torno a la cultura vinícola. La bodega cuenta con 35 hectáreas de viñedo en propiedad cultivado en ecológico y sostenible. Es el llamado Pago Estancia de Piedra, una parcela que fue plantada en 1968 y que cuenta con una densidad de 1.000 cepas por hectárea. Allí la autóctona Tinta de Toro ha encontrado un suelo perfecto en el que poder desarrollarse fenólicamente a la perfección. Debido a la diversidad del suelo, de orientaciones y de altitud, este viñedo se subdivide en cinco parcelas. La más alta de ellas es un terreno de 10 hectáreas ubicado a 762 metros sobre el nivel del mar, con orientación oeste. Además, es el que cuenta con más horas de exposición solar de entre todos los de Estancia Piedra. Su filosofía es la elaboración de vinos ecológicos y naturales con el máximo respeto al medio ambiente. Vinos creados para deleitar los sentidos, para celebrar la vida y la amistad. A destacar sus originales y bonitas etiquetas. Este roble se elabora con un 85% de tinta de toro y 15% de garnacha que permanece 4 meses en barricas de roble francés y americano. De color picota, cierto ribete violáceo. Aroma a fruta roja, fruta fresca, lácteos, regaliz, vainillas y finas maderas. En boca es fresco, frutoso, jugoso, goloso, de paso suave y agradable para ser un tinto de Toro. Y con una calidad precio estupenda. Unos 8,5 €.

viernes, 11 de octubre de 2019

Relación calidad-precio: El Corralón 2018

Situada en la Denominación de Origen Méntrida, Bodegas Jiménez-Landi comienzan su andadura en 2004 con el objetivo de centrarse en los viñedos viejos de Garnacha y respetar la tipicidad de esta uva. La característica principal de la zona es la altitud (en Méntrida, alrededor de 600 metros; en Real de San Vicente, entre 750 y 900 metros). Esta circunstancia proporciona un frescor que equilibra los vinos, ya que la Garnacha tiende a producir grados elevados que necesitan ser compensados por una buena acidez. En bodega se interviene lo menos posible, despalillando cada vez menos, haciendo fermentaciones suaves en barricas abiertas y pisando con los pies, evitando el uso de bombas y remontados agresivos y cuidando en especial la crianza en madera. Utilizando barricas grandes y fudres consiguiendo una menor micro-oxidación del vino y esto es importante porque la Garnacha es una variedad muy oxidativa. Aunque siempre han trabajado con la Garnacha como variedad autóctona, sin embargo, no olvidan otras variedades que demuestran la buena adaptación a sus vinos, en este caso la Syrah y un pequeño aporte de Cabernet Sauvignon. Para el Corralón utilizan un 85% de garnacha, 10% de syrah y 5% de cabernet. Viticultura en ecológico que permanece 7 meses en barricas y fudres de roble francés de 500 y 3.000 litros. De bonito color cereza, cierto ribete violáceo. Aroma a frutos rojos, fruta fresca, fresas y frambuesas, floral de violetas, balsámico. En boca es fresco, frutoso, equilibrado, fino amargor. Mucho placer por tan solo 9 €.

Recomendación: Las Quebradas 2016

Una bodega que nació como empresa familiar, Enrique Mendoza es hoy uno de les referentes en la denominación de Alicante. Hoy, sus hijos Pepe y Julián, le acompañan en la elaboración de sus vinos. La inquietud de Enrique Mendoza le llevó a comprar, coleccionar e invertir en vino de otras bodegas como aficionado. Más tarde, decidió plantar 2.000 plantas para continuar la tradición de producir vino para consumo familiar. Esas plantaciones, 25 años después, se han transformado en dos bodegas; una, en Alfaz del Pí, para la elaboración de moscatel de Alejandría y la otra en Villena denominada “Finca Chaconero”, dotada de la mejor tecnología. Las variedades son cultivadas sin herbicidas ni insecticidas, alimentadas sólo con compost. En el viñedo se utilizan técnicas como la dendrometría o viticultura de precisión para conocer, a través de sensores, el estrés hídrico de la planta y producir así uvas más frescas, concentradas y de mayor calidad. Las Quebradas proviene de un suelo denominado caliche, con menor permeabilidad y, por tanto, mayor retención de agua y nutrientes, y una menor aireación. De este modo, según Pepe Mendoza, las características del vino son una estructura más marcada, con taninos musculados y unos aromas a fruta madura y minerales. 100% monastrell de 70 años que descansa 15 meses en barricas de roble francés. Bonito color cereza cubierto. Aroma a fruta negra, fruta madura, ciruelas, lavanda, tomillo, terroso, mineral. Expresivo en nariz. En boca es potente, sabroso, especiado, equilibrado, balsámico y elegante. Largo. Un grande. 94 Parker.

Relación calidad-precio: La Montesa 2016

La familia Palacios cuenta con una gran tradición vitivinícola que se remonta a las últimas cuatro generaciones. Pero fue José Palacios Remondo el verdadero responsable de lo que es hoy la bodega, plantando la mejor selección de las variedades tradicionales de La Rioja, y cuidando la viticultura con gran vocación. Con una gran visión de futuro, preparó a sus hijos (Álvaro y Rafael) en las mejores escuelas de enología y viticultura francesas animándoles a visitar importantes bodegas de las principales regiones productoras de vino. El clima mediterráneo marcado levemente por rasgos atlánticos, un viñedo de buena altitud y una escasa pluviometría confieren unas condiciones inmejorables para las uvas cultivadas en la propiedad: tempranillo, garnacha, mazuelo, graciano y viura. Viticultura basada en los rendimientos de uva por hectárea y el cuidado riguroso del enriquecimiento alternativo del suelo. La Montesa 2016, a juicio de su creador, Álvaro Palacios, es la mejor añada de este vino. 92% garnacha y 8% tempranillo que envejece durante 12 meses en barricas de roble francés y americano. De color cereza, ribete granate. Aroma a frutos rojos, fresa ácida, punto floral y de hierbas de monte. En boca es fresco, frutoso, puntito de acidez refrescante, balsámico, taninos finos. Un vino muy sutil. 93 Parker por solo 10 €.

viernes, 4 de octubre de 2019

Recomendación: Vértebra de la Figuera del Montsant 2018


El afamado viticultor alemán afincado en el Priorat, Dominik Huber, que hace muy pocos días consiguió 100 puntos Parker por Les Manyes 2016 (Terroir al Limit), nos presenta su nuevo proyecto en el Montsant. Terroir Sense Fronteres es la revisitación a la tradición vinícola secular del Montsant con cuatro vinos sensacionales llenos de frescura, ligereza y gran acidez; vinos que llevan el cuchillo entre los dientes, que te atrapan por su honestidad y ya no te sueltan. ¿Qué tienen de diferentes estos vinos del Montsant de sus vecinos del Priorat? Básicamente que son vinos que no conocen la madera ni de lejos, que se crían en depósitos de acero inoxidable y cemento, y en vasijas de barro, y son muy ligeros y auténticos; ninguno sobrepasa los 13 grados de alcohol. Para Huber, además de la verdad que debe esconder cualquier vino que se precie, es decir, ser una fiel representación del terruño y del clima de un lugar, tiene que ser un fiel aliado de la comida. Los suelos de este paradisíaco viñedo de Montalts son de arcilla roja con capas de yeso en lugar de la llicorella que alfombra las viñas de enfrente, en Priorat. Como, además, hay menos estrés hídrico, los vinos se cosechan antes y son más ligeros. Eso hace que su sensualidad y frescura sean sus señas de identidad. Según Dominik, de los cuatro vinos que hace en Montsant, éste es el de mejor relación calidad-precio. 100% garnacha cultivada a 700 metros de altitud procedente de viñedos de entre 40 y 80 años que se cría durante 6 meses en depósitos de cemento. De color rubí de baja capa. Aroma a fruta roja, fruta fresca, fresas, frambuesas, floral de violetas. En boca es fresco, frutoso, fruta roja, fino y elegante. De paso fluido y trago fácil. Borgoñón. Un auténtico vinazo. 93 Parker.