Una bodega que nació como empresa familiar,
Enrique Mendoza es hoy uno de les referentes en la denominación de Alicante.
Hoy, sus hijos Pepe y Julián, le acompañan en la elaboración de sus vinos. La
inquietud de Enrique Mendoza le llevó a comprar, coleccionar e invertir en vino
de otras bodegas como aficionado. Más tarde, decidió plantar 2.000 plantas para
continuar la tradición de producir vino para consumo familiar. Esas
plantaciones, 25 años después, se han transformado en dos bodegas; una, en
Alfaz del Pí, para la elaboración de moscatel de Alejandría y la otra en Villena
denominada “Finca Chaconero”, dotada de la mejor tecnología. Las variedades son
cultivadas sin herbicidas ni insecticidas, alimentadas sólo con compost. En el
viñedo se utilizan técnicas como la dendrometría o viticultura de precisión
para conocer, a través de sensores, el estrés hídrico de la planta y producir
así uvas más frescas, concentradas y de mayor calidad. Las Quebradas proviene
de un suelo denominado caliche, con menor permeabilidad y, por tanto, mayor
retención de agua y nutrientes, y una menor aireación. De este modo, según Pepe
Mendoza, las características del vino son una estructura más marcada, con
taninos musculados y unos aromas a fruta madura y minerales. 100% monastrell de
70 años que descansa 15 meses en barricas de roble francés. Bonito color cereza
cubierto. Aroma a fruta negra, fruta madura, ciruelas, lavanda, tomillo,
terroso, mineral. Expresivo en nariz. En boca es potente, sabroso, especiado,
equilibrado, balsámico y elegante. Largo. Un grande. 94 Parker.
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