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viernes, 14 de diciembre de 2018

Bodegas Ojuel

Miguel Martínez o Miguelito, como le llaman sus paisanos de un pequeño pueblo de La Rioja, llamado Sojuela, es un joven (33 años) e inquieto elaborador de vinos. Su afición le viene de familia, ya que su abuelo elaboraba vino en el pajar de su casa. Era, como dice Miguel, una viticultura de subsistencia. La tierra da sus productos para que luego el hombre los recoja, almacene y conserve para pasar el duro invierno. Retoma la labor de sus antepasados de hacer el “supurao”, vino proveniente de uvas pasificadas que una vez recolectadas, en los primeros días de vendimia, allá por inicios del mes de Octubre, se cuelgan los racimos en unas colgaderas en la parte alta del pajar donde la brisa del norte es más acentuada. El paso del tiempo y el aire frío del invierno harán el resto. Dependiendo del clima de cada año el prensado de estos racimos deshidratados se hará a primeros del año siguiente o en pleno mes de diciembre. Una prensa antigua y la paciencia irán sacando el mosto dulce de estos racimos que posteriormente descansará en una barrica donde realizará la fermentación. El nombre de “supurao” proviene del sudor que sale de los propios granos una vez colgados y empezado el tiempo de deshidratación. El resultado es un vino dulce, acaramelado y muy aterciopelado. Nada empalagoso y que está haciendo furor, no en vano lo tienen en su carta de vinos restaurantes como: Azurmendi, Arzak y Venta Moncalvillo.
Miguel, recientemente nombrado por Tim Atkim (master of wine) como enólogo revelación de Rioja 2018, dispone de diferentes parcelas de viñas, ubicadas en diferentes orientaciones, altitudes y tipos de suelo. Como él nos confesó, cada parcela es como un hijo y por ello mima a cada una con una vehemencia inusitada. Es por ello que de cada parcela saque un vino distinto. Para ser un joven productor, que solo lleva 8 años en el oficio, dispone de 10 referencias: 7 tintos, 2 blancos y el Supurao o como dice en la etiqueta naturalmente dulce. Son vinos, todos ellos, cultivados en ecológico y que siguen los principios de la biodinámica, siguiendo el calendario lunar para los diferentes procesos del vino y que utiliza preparados de ortigas para prevenir de enfermedades a las vides. Todo muy natural y sin artificios. Cabe destacar que dos de sus tintos, monovarietales de garnacha y Maturana tinta, los hace sin sulfitos añadidos. El resto de vinos realiza coupages poco habituales por esta zona de Rioja, lo mismo hace una mezcla de: Tempranillo, Maturana y Garnacha en su vino La Plana; como mezcla: Garnacha y un pequeño aporte de varias variedades blancas para su vino La Espina. Todos ellos de pura fragancia, paso amable y fácil beber.
El nombre de Ojuel, surgió de casualidad, ya que preguntado en la Denominación de Rioja por el nombre que le iba a dar al vino, se le ocurrió quitar la letra inicial y final al nombre de su pueblo natal, Sojuela. Lugar o biotopo donde se encuentran la mitad de mariposas de toda la península, de ahí el guiño a estos lepidópteros en todas sus etiquetas. Este municipio riojano, de poco más de 200 habitantes, llegó a contar en sus días con 32 bodegas. Pequeños calados donde sus propietarios elaboraban su vino. Hoy solo queda uno con vida, el número 33 y que pertenece a Miguel. Recupera el antiguo calado de su abuelo para realizar en su lagar de cemento un tinto de maceración carbónica y donde descansan las barricas de supurao, lejos del ruido y a una temperatura constante.
Miguel es pura pasión por recuperar el trabajo de sus antepasados y de hacerlo de una manera natural y sin maquillajes de ningún tipo. Es una vuelta al pasado. Una vuelta a los orígenes. Gracias Miguel.




jueves, 22 de noviembre de 2018

Recomendación: Rufián 2017

Rufian 2017 es un vino tinto elaborado por Ismael Gozalo (Bodegas MicroBioWines), denominadas así por la producción muy limitada de los vinos que hacen, y que se encuentra acogido a la IGP Vino de la Tierra de Castilla y León. Se elabora con uva de la variedad Rufete que procede de una viña plantada en 1951 en Miranda del Castañar (Salamanca) sobre suelo de tipo granítico descompuesto y floración de pizarra, de solamente 1,16 hectáreas. MicroBioWines trabaja todos sus vinos siguiendo prácticas ecológicas y sostenibles: no emplea aditivos en la vinificación, la fermentación siempre se realiza con las levaduras autóctonas, no realiza filtrados ni clarificados. El viñedo se trabaja según los parámetros de la viticultura biodinámica. Este vino tiene una crianza de entre 9 y 10 meses en barrica borgoñona del que solo se elaboran entre dos y tres barricas anualmente. De bonito color cereza de media capa y ribete violáceo. Aroma a fruta roja, fresas, fresa golosa, floral, notas ahumadas de pólvora, terroso, mineral. Nariz muy fina. En boca es fresco, amplio, fruta roja delicada, fino, taninos sedosos, equilibrado y con largo postgusto a fresa dulce. Brutal. Como reza en la contraetiqueta, vino singular e irrepetible.

miércoles, 21 de noviembre de 2018

Recomendación: Alegre Valgañón garnacha 2016

Alegre Valgañón es la unión de los dos apellidos de sus creadores, la pareja formada por los ingenieros agrícolas Óscar Alegre y Eva María Valgañón. Tras estudiar viticultura y enología, Eva se dedica a la elaboración y Óscar aporta la visión comercial y un profundo conocimiento del vino internacional. Son también cofundadores del grupo Rioja and roll, asociación de pequeños viticultores con proyectos respetuosos y apegados al terruño. Cuentan con viñedos familiares y viña controlada por viticultores de la zona. Los viñedos de la Familia Valgañón se encuentran diseminados por las laderas de los montes Obarenes. Estas montañas no son otra cosa que la continuación de la Sierra de Cantabria cuando consigue saltar al otro lado del Ebro, creando las Conchas de Haro. Monovarietal de garnacha centenaria cultivada a 600 metros de altitud, que permanece 14 meses en barricas de 225 y 500 litros de roble francés y de la que apenas se producen 2 barricas. El vino ni se filtra ni se clarifica. De color cereza, cierto ribete violáceo. Aroma a fruta negra, monte bajo, floral de violetas, mineral. En boca es frutoso, equilibrado, notas vegetales y fondo de madera. Un vino serio.

Recomendación: Fedellos do Couto Cortezada 2016

Este vino tinto está elaborado en la D.O. Ribeira Sacra por la bodega Fedellos do Couto en O Couto, Ourense. Creada en el año 2013 por cuatro jóvenes, la filosofía de estos Fedellos (en Gallego, traviesos) ha sido la de respetar el medio rural y la agricultura tradicional, elaborando vinos que expresen el terruño y la añada con variedades autóctonas gallegas. Cultivan 4 hectáreas de variedades autóctonas entre el Valle do Bibei y el rio Sil y también colaboran con viticultores de la zona. Cultivan de una manera orgánica introduciendo principios de biodinámica. Fedellos do Couto Cortezada es una Mencía del Pazo do Couto. Viñedo de 15 años de edad, plantado en terrazas, situado en Ribeira do Sil en una pendiente de pizarra con presencia de bolos graníticos de gneis. Vendimia manual. Fermentación a bajas temperaturas en depósitos de acero inoxidable con levaduras autóctonas y racimos enteros. Crianza de 12 meses en barricas viejas de roble francés de diferentes tamaños. De color cereza de media capa. Limpio y brillante. Aroma a fruta roja, fresas, floral, balsámico y mineral. En boca es frutoso, ligero, punzante, buena acidez y de final mineral. Fácil de beber.

jueves, 8 de noviembre de 2018

Recomendación: Albahra 2017

Albahra es un vino tinto elaborado en Albacete por Envínate. Este proyecto está formado por cuatro jóvenes que se conocieron en la carrera de enología y han decidido crear Envínate para elaborar en las diferentes zonas de donde provienen. Siempre con un alma de viticultores y con el respeto al paisaje y a la poca intervención en el proceso de transformar la uva en vino, como artesanos. Está elaborado con viñedos de Garnacha Tintorera plantados en Almansa. La elaboración se realiza con el 50% de raspón en tinas de cemento en donde fermenta con sus propias levaduras. En estos mismos depósitos realiza la fermentación maloláctica y se cría durante 5 meses. Albahra significa mar pequeño o laguna. De color cereza, cierto ribete violáceo. De media capa. Aroma a fruta roja, cerezas, fresas, balsámico, notas vegetales y florales de violetas. En boca es ligero, fresco, frutoso, jugoso y con un puntito de acidez final que remata el conjunto. Un vino fresco y fácil de beber que se aleja de la habitual potencia y concentración de los vinos de la zona. Top, top.

Relación calidad-precio: La Forcallá de Antonia 2017

Rafa Cambra es un pequeño productor de Fontanars dels Alforins. Es un enclave pequeño y bastante peculiar por su ubicación, al suroeste de Valencia, en el límite de cuatro provincias. Rafa Cambra trabaja en el campo y en bodega con la mínima intervención posible. Cultivo en ecológico y respecto al entorno y la naturaleza de la zona. A diferencia de otras zonas vitícolas, en la época de primavera, no hacen la poda en verde ni deshojados, para que las hojas queden en formación libre y no esté siempre una cara expuesta al sol. En una zona tan calurosa y seca es importante que la uva no esté constantemente al sol y tenga horas de sombra. Trabaja principalmente con la variedad típica de la zona, la monastrell, pero en los últimos años se ha volcado en viñas de variedades autóctonas en proceso de recuperación como la Forcallat, Arco, Bonicaire y Rojal. Con estas variedades ha empezado a elaborar pequeñas producciones que se crían en materiales como los depósitos de hormigón ovoides. Este vino es un monovarietal de Forcallat que destaca por un carácter atlántico y fresco que lo que estamos acostumbrados por esta zona. Permanece 6 meses en barricas de roble francés de 500 litros y 3 meses más en huevos de hormigón. De color cereza. Aroma a fruta roja, frutillos del bosque, terroso y mineral. En boca es fresco, frutoso, de final balsámico y con una acidez que lo hace vivaz. Puro nervio. Gran relación calidad-precio. Sobre unos 9 €.

martes, 23 de octubre de 2018

Recomendación: Llum d'ALENA 2014

La familia Ripoll Sans fundó su bodega Celler Cal Batllet en el año 2000, a partir de la restauración de una vieja bodega familiar donde antiguamente se elaboraban vinos rancios para su exportación a Cuba. Desde entonces, bajo la responsabilidad de Marc Ripoll, la bodega ha apostado claramente por el vino de terroir y por una viticultura sostenible y de procesos manuales, capaz de expresar la singularidad de sus suelos. Toda la producción proviene de las 10 hectáreas de viñedos, algunos de ellos con hasta 100 años de edad, que la bodega posee en Gratallops y Torroja de Priorat. Allí, sobre laderas de licorella, cultivan especialmente las variedades autóctonas de la comarca: garnacha y cariñena para sus vinos tintos, y la tradicional y casi desaparecida escanyavella (marisancho) para sus vinos blancos. En el año 2009 la bodega decide dar un paso más allá en su apuesta por el vino de terroir y pasa a elaborar sus gamas "Closa Batllet" y "Petit Batllet" bajo el distintivo "Vi de la Vila". Con esta denominación, integrada en la D.O.Q. Priorat, se garantiza la procedencia de los vinos y se refuerza la identidad de cada una de las villas de la comarca y sus criterios geográficos, ambientales, climáticos, etc. LLum d'Alena es un homenaje a la pequeña de la familia Ripoll, es el vino tinto más joven de la bodega, aunque pasa 12 meses en barrica vieja y está elaborado con 92% garnacha y 8% de cariñena. De color cereza intenso, cierto ribete violáceo. Limpio y brillante. Aroma a fruta negra, ciruelas, fruta madura, licoroso, bombón de licor, punto especiado. En boca es potente, dulce, goloso, chocolate, equilibrado, estructurado y de largo postgusto. Fácil de beber pese a sus 16º.

miércoles, 10 de octubre de 2018

Recomendación: Los Arrotos del Pendón 2015

Raúl Pérez es el enólogo, viticultor y consultor más buscado de España que elabora vinos personales y de máxima calidad en diversas zonas como: Bierzo, Ribeira Sacra, Monterrei o Rías Baixas. Nació en 1972 en Valtuille de Abajo (León) y comenzó en 1993 trabajando en la bodega de su familia Castro Ventosa. En 1999 ayudó a Álvaro Palacios y a su sobrino Ricardo Pérez Palacios a elaborar sus primeros vinos en el Bierzo. Buscador incansable de pequeños viñedos que le lleguen al alma por su: edad, variedad, altitud o por cualquier otro factor que tenga como resultado un vino único. En este caso estamos frente a un vino de finca elaborado con la variedad Prieto Picudo, procedente de una parcela de 2 hectáreas, situada en la población de Pajares de los Oteros (León) a una altitud de 900 metros y plantada en 1900. El vino fermentó y maceró, con el racimo entero, durante 60 días, para posteriormente tener una crianza de 2 años en barrica vieja de roble francés. De color cereza, ribete granate. Aroma a fruta negra, fruta madura, balsámico, fondo de madera, especiado. En boca es frutoso, cierta rusticidad, equilibrado, balsámico y de trago fácil. Largo postgusto. Grande.

Relación calidad-precio: Pablito 2015

Casa de Si es una empresa de amigos que comparten la pasión por la familia, la amistad y el vino español excepcional. La empresa está dirigida por los enólogos australianos Sarah Morris e Iwo Jakimowicz, de Si Vintners.  Este matrimonio estudió viticultura y enología en la Universidad de Curtin, en Australia Occidental, y cada uno de ellos tiene experiencia en la elaboración de vinos a nivel mundial, centrándose recientemente en Australia y España. Casa de Si se fundó en 2011 y desde entonces han adquirido una serie de pequeños viñedos de garnacha en la región de Calatayud. Los viñedos son 100% orgánicos/biodinámicos. La misión de Casa de Si es elaborar vinos artesanales que expresen los viñedos y la región.  Embotellan sin clarificación ni filtración ya que tienen la creencia que estos procesos quitan aromas y sabores al vino. Tienen el convencimiento que un poco de sedimento en el fondo de la botella crea un vino más auténtico.  Todos los vinos se elaboran sin ninguno de los aditivos habituales de la vinificación comercial, salvo una pequeña adición de azufre en el momento del embotellado. El nombre de Pablito proviene del anterior dueño de una viña centenaria de garnacha de la cual quedaron prendados en una de sus primeras visitas a Calatayud. Vino elaborado con garnacha y un pequeño aporte de garnacha tintorera que descansa en barricas de roble usadas. De color cereza y cierto ribete teja. Aroma a fruta roja, fruta madura, confitura de cereza, balsámico. En boca es frutoso, buena acidez, frutos rojos, litchi, goloso, fondo de madera, taninos maduros y de paso amable. Muy fácil de beber. Excelente relación calidad precio por algo menos de 10 €.

Recomendación: Goyo García Viadero "Finca los Quemados" 2016

Goyo García Viadero es viticultor y su familia es propietaria de Bodegas Valduero. Hace unos años, empezó a investigar y a experimentar en el viñedo para intentar la recuperación de aquellos aromas, sabores y olores que, según él, son los propios de la Ribera del Duero pero que han permanecido ocultos o enmascarados en los últimos tiempos por factores de moda como la madera, especialmente, pero también por el uso de enzimas, levaduras o conservantes. Goyo es un viticultor apasionado por la recuperación de viejos viñedos y de las prácticas tradicionales, olvidadas por esa viticultura "moderna" que prioriza el uso de herbicidas y fitosanitarios, y la aplicación de abonos. Goyo dice aprender cada día de aquellos quienes llevan años desarrollando sus mismas ideas y están convencidos, tanto como él, de que el vino se hace en la viña, no en la bodega. Realiza vinos de Finca de diferentes parcelas. En este caso estamos ante una tinta fina de la Finca los Quemados. De color picota, ribete violáceo. Aroma a fruta negra, fruta madura, notas lácticas y vegetales. En boca es frutoso, jugoso, ligero, cierta acidez y rusticidad. Fácil de beber. Nada pesado para lo que estamos acostumbrados en esta zona. Un Ribera diferente.

lunes, 24 de septiembre de 2018

Recomendación: Massimo 2017

Mateo & Massimo es un proyecto de Benedetto Carcieri y su hermano Antonio, dos italianos afincados en la Ribeira Sacra desde hace un cuarto de siglo. Tanto Benedetto como Antonio nacieron en Italia y posteriormente vivieron en Suiza, llegando a España hace aproximadamente 25 años. Precisamente su madre era gallega, por ello decidieron retomar sus orígenes asentándose en esta región. El nombre del proyecto no tiene nada que ver con la familia, y se trata simplemente de dos nombres que le gustan. De hecho, para el mercado internacional, el proyecto adquiere otro nombre: Atlantic Galician Wineries. La mayoría del viñedo con el que trabajan es propio, algo menos de 3 hectáreas, y como la mayoría de los viñedos de esta zona, se caracteriza por su difícil orografía, ya que tiene pendientes que llegan a alcanzar el 85% de inclinación, motivo por el cual se debe trabajar totalmente a mano, sin ningún tipo de ayuda mecánica. Para la elaboración de sus vinos,  no cuentan con una bodega en propiedad, sino que utilizan un espacio arrendado, donde tienen sus propios depósitos. Igualmente, para la obtención de sus vinos se sirven del asesoramiento del enólogo gallego Jorge Hervella. Massimo es el único vino elaborado en Ribeira Sacra. Un tinto joven obtenido con las variedades Mencía (85%), Tempranillo (10%) y Sousón (5%). De color cereza y ribete violáceo. Aroma a fruta roja, fruta fresca, notas florales de violetas, mineral. En boca es fresco, frutoso, buena acidez, zumo de arándanos, goloso y envolvente. Fácil de beber. Ummmm!!!!

Recomendación: Táganan 2016

Esta es la historia de cuatro jóvenes estudiantes que se conocieron en la carrera de enología en Alicante y que compartían una visión similar del vino. El resultado de su inquietud es “Envínate”, un proyecto que combina la consultoría enológica con vinos propios que elaboran en las mismas zonas donde asesoran y casi siempre utilizando las instalaciones de las bodegas que tienen como clientes. Su filosofía es clara: elaborar vinos auténticos, precisos, que transmitan la identidad del territorio, la peculiaridad de cada viñedo y parcela, y las características de cada añada. En Envínate defienden la mínima intervención, se rigen por el calendario biodinámico para los trabajos en el viñedo, vinifican con raspón o sin él dependiendo de la añada, utilizan levaduras autóctonas, sólo enfrían la uva justo antes de iniciar el proceso de elaboración pero no durante la fermentación y dejan que la naturaleza sea quien dirija todo el proceso. Producen vinos en las zonas de donde ellos proceden: Canarias, Galicia, Albacete y Extremadura. En este caso nos encontramos ante un vino producido en Tenerife con las variedades: listán negro, malvasía negra y listán gaucho. Todas las variedades se vinifican por separado y permanece durante 8 meses en barricas de roble. De color rubí. De capa baja. Aroma a frutillos rojos, fresa ácida, fresco y con fondo mineral. En boca es ligero, fresco, puntito de acidez refrescante, litchi, naranja sanguina, ahumado. Borgoñón. Joven e interesante proyecto al que habrá que seguir muy de cerca. 93+ Parker y 92 Peñín.

jueves, 20 de septiembre de 2018

Relación calidad-precio: Barbuntín 2017

La historia de Quinta de Couselo está íntimamente ligada al Monasterio de Santa María de Oia. Se encuentra en un emplazamiento grandioso, junto al Océano Atlántico, en una ensenada rocosa, entre las villas de A Guardia y Baiona. Este monasterio comenzó a construirse en el año 1136 bajo el reinado de Alfonso VII. Desde sus orígenes, el monasterio tuvo vínculos con el valle de O Rosal, donde los monjes adquirieron diferentes propiedades e impulsaron el cultivo de la vid. La filosofía de este grupo vitivinícola es desarrollar proyectos singulares en aquellas zonas donde mejor se expresen las variedades autóctonas gallegas. Finca "A Cheira" tiene una superficie de 2 hectáreas de viñedo compuestas fundamentalmente por cepas de Albariño de 30 años de edad, junto con cepas de Loureira y Caiño blanco dispuestas en emparrado. Está cerrada con el muro original que construyeron los monjes cistercienses. Estas tierras se benefician de un microclima especial de influencia atlántica que proporciona temperaturas suaves, abundantes precipitaciones y las horas de insolación necesarias para una maduración apropiada de las uvas. Los viñedos se localizan en suelos de origen sedimentario, franco, rico en materia orgánica, ácido y profundo. Amparados bajo la D.O Rías Baixas, concretamente en la subzona de O Rosal, Quinta Couselo lleva más de 150 años haciendo vinos con producciones limitadas. Barbuntín es el benjamín de la bodega. Monovarietal de albariño que permanece 3 meses de crianza en sus lías. De color pajizo y reflejos verdosos. Aroma a fruta de hueso, fresco,  fruta tropical, mango y recuerdos cítricos. En boca es fresco, frutoso, equilibrado, fruta tropical, de paso sedoso, cierta untuosidad y salinidad final. Gran RCP. Nadie da tanto por tampoco. Precio aproximado 7,50 €.

lunes, 10 de septiembre de 2018

Recomendación: Oxuel Fuente León 2016

Miguel Martínez, reconocido por Tim Atkin en su informe anual sobre Rioja 2018 como enólogo del año, es un joven elaborador artesanal, fiel a la filosofía ecológica y biodinámica. Miguel defiende una visión etnográfica de sus vinos, lo que le ha llevado a investigar y recuperar variedades autóctonas de Rioja y elaboraciones tradicionales como el supurado, un vino dulce a base de uvas deshidratadas que elabora en el pajar de sus abuelos, tal y como hacían sus antepasados. Sus viñedos están repartidos en distintas parcelas de la sierra de Moncalvillo, todas ellas a altitudes entre los 500 y los 800 metros y en las inmediaciones de Sojuela, lugar donde hay una reserva de mariposas en la que se encuentran la mitad de las especies de toda la península. En todas sus etiquetas hace un guiño particular a estos lepidópteros. Además del tempranillo y la garnacha tinta, cultiva la maturana tinta y la mazuelo, la garnacha blanca y el tempranillo blanco. Las elaboraciones son diversas buscando siempre la singularidad de cada viñedo y cada variedad y haciendo coupages fuera  de lo que estamos acostumbrados en Rioja. Este blanco está elaborado con tempranillo blanco y garnacha blanca. De color pajizo con reflejos verdosos. Aroma a floras blancas, pera, manzana, limpio y fresco. En boca es frutoso, cierta estructura, equilibrado y de paso sedoso. Largo. Prometedora bodega. A seguirle la pista.

Recomendación: SiurAlta Rouge 2014

Este vino pertenece a la familia de los SiurAlta, una gama del prolífico creador enológico Alfredo Arribas. El Parque Natural de la Sierra del Montsant, situado en el límite donde acaba el Priorat, reúne una serie de características: mayor altitud, mayor pluviometría y un entorno rico en biodiversidad, que permiten desarrollar una viticultura mejor adaptada a las consecuencias del cambio climático. Además, Alfredo ha valorado la riqueza que supone que sus viñas se asienten sobre dos tipos de suelos: calcáreos y pizarrosos. Sus vinos proceden de viñedos situados a ambos lados y en los puntos más altos, entre 600 y 800 metros y lejos de las zonas de cultivo convencional. La frescura y acidez de los vinos le permite, sin forzar en absoluto la vinificación, trabajar en bodega de forma natural, sin ninguna adición de sulfitos ni de otras sustancias. Las prácticas enológicas observan las fermentaciones espontáneas, sosegadas, el uso de racimos enteros sin despalillar o las maceraciones largas. Se utilizan depósitos de acero inoxidable, pequeñas ánforas de gres y en ocasiones viejos fudres. Vinos en los que la acidez se constituye en columna vertebral, sustituyendo a la tradicional estructura tánica. 90% garnatxa y 10% trepat. Color rubí y ribete anaranjado. De capa baja. Aroma a fruta roja, fresas, floral, hierbas de monte. Delicado. En boca es pura frescura y frutosidad, cierta acidez, ligero y muy fácil de beber. Borgoñón. Un vino que no dejará indiferente a nadie. Llámenlo raro.

Recomendación: Peixes Da Rocha 2016

Peixes da Rocha es un vino tinto sin denominación de origen, elaborado por Bodegas Peixes, el nuevo proyecto de Carlos Bareño y Jesús Olivares (Fedellos do Couto) en las estribaciones del Alto Bibei, en la montaña entre la Ribeira Sacra y Valdeorras, en Ourense. La bodega se ubica en Seadur (Valdeorras). Actualmente compaginan los trabajos en Fedellos y en esta pequeña bodega de Valdeorras. En el “macizo Ourensan” como llaman al lugar trabajan 3 Ha. y supervisan otras 2 Ha. a viticultores de la zona. El viñedo se compone de variedades tradicionales de la zona como el Mouratón, Mencía, Garnacha Tintorera, Grao Negro, Sousón y Godello, tintas y blancas mezcladas en las viñas. En su primera añada ha elaborado 3 vinos, Peixes da Estrada, mezcla de todas las viñas tintas y blancas. Peixes da Rocha, que es un vino de finca, donde también se encuentran variedades tintas y blancas mezcladas. La filosofía de la viticultura es la misma que para Fedellos do Couto, máximo respeto en el campo, no utilizan químicos y la intervención es la mínima posible. Peixe da Estrada 2016 fermenta con sus levaduras autóctonas y se cría en barricas de roble francés de varios usos durante 12 meses. El resultado es un vino de color rubí y ribete rosáceo. De capa baja. Aroma a frutillos rojos, fresa ácida, fondo floral y cierta complejidad. En bica es ligero, frutoso, puntito de acidez refrescante, taninos pulidos y elegantes. Un vino muy diferente. Conviene decantar para eliminar cierta reducción inicial. Una grata sorpresa.

Recomendación: La del Terreno 2017

Esta es la historia de Julia Casado, joven e inquieta murciana que compaginaba su formación de violonchelista con los estudios de ingeniería técnica agrícola en la universidad de Orihuela. Su trabajo de fin de carrera fue sobre vino y aprovechó para hacer prácticas en una bodega del Palatinado. Allí descubrió que lo de estar entre viñas era lo suyo y se puso a estudiar enología. Después hizo un máster en sostenibilidad, se fue a Cuba a estudiar agro-ecología, hizo más prácticas en Vega Sicilia, se fue al valle de Uco en Argentina, luego a Uruguay y, finalmente, regresó a Murcia, su tierra. Tras una pequeña prueba en 2013, se lanzó a elaborar su propio vino, La del Terreno -así es como los paisanos llaman a la monastrell– en la añada 2015. Lo hizo en solitario y desde cero, comprando la uva y las barricas y alquilando un espacio en una bodega de Jumilla. Elabora vinos sinceros, sin agroquímicos, sin aditivos ni maquillajes, fieles a la variedad y al paisaje que los ve nacer. Son vinos únicos ya que cada añada se vinifica de forma diferente. En ésta del 2017, utiliza un 95% de monastrell y el resto son variedades autóctonas de la zona. Permanece en foudres de roble francés de 500 litros. De color picota, ribete violáceo. Aroma intenso a fruta roja y negra madura, especias dulces. En boca es potente, frutoso, sabroso, cierto fondo vegetal que le aporta la fermentación tradicional sin despalillar pero que en ningún caso afea el conjunto, cierta estructura y frescor. Evoca a los vinos de pueblo. Soplo de aire fresco en Bullas.

miércoles, 29 de agosto de 2018

Recomendación: La del Vivo 2016

El proyecto “La Vizcaína de Vinos” surge en el año 2011 y es un proyecto de Raúl Pérez y sus sobrinos César Márquez y Nerea Pérez. El nombre “La Vizcaína” es un homenaje al padre de Raúl y abuelo de sus sobrinos quien antaño usó el mismo nombre para comercializar sus vinos. En este proyecto hay cuatro vinos tintos actualmente: El Rapolao, La Vitoriana, La Poulosa y Las Gundiñas que elaboran César y Raúl y un vino blanco llamado “La del Vivo” que elabora Raúl junto a Nerea. Los diferentes vinos se elaboran en Valtuille de Abajo, en unas instalaciones renovadas, donde se ubicó la primera bodega que tuvo la familia Pérez. El proyecto pretende diferenciar las zonas de Valtuille a través del viñedo, para ello el proceso de elaboración es el mismo en todos los vinos, apostando por la menor intervención en los procesos, la elaboración tradicional y sobre todo buscando la expresión del terruño en los vinos. Su ambición es la de recuperar variedades tradicionales y olvidadas del Bierzo, como son: merenzao, alicante bouschet, palomino, doña blanca y sousón. Este blanco elaborado con godello y doña blanca, fermenta de manera espontánea en tinos de roble de 500 litros, sin control de temperatura y con el 100% de los hollejos durante un año. Un 20% fermenta en tinas de barro durante 12 meses. De color amarillo dorado brillante. Aroma complejo, fruta tropical, nísperos, mineral. En boca es frutoso, sabroso, con cuerpo, untuoso, cierta potencia, roble cremoso y con final a fruta tropical. Un vino rústico y muy diferente. Sorprendente.

Novedad: Celeste 2015

Pago del Cielo es el nuevo proyecto de la familia Torres en la DO de Ribera del Duero. Un ambicioso proyecto liderado por el enólogo Juan Ramón García, asesorado por Javier Ausás, proveniente del Grupo Vega Sicilia, con el objetivo de elaborar nuevos y cuidados vinos, dignos de una región cuyo gusto por la elegancia ha devenido en una búsqueda por la máxima expresión del terroir. Los viñedos se sitúan a unos 900 metros de altitud y es esa altitud, precisamente, la que mitiga los efectos del severo clima continental, ya que permite asegurar temperaturas nocturnas frescas durante todo el año, también en pleno verano, llegando hasta los 20 grados el diferencial en un mismo día. Este contraste otorga a la baya una mayor capacidad de retener y amplificar sus notas varietales y acidez durante el proceso de maduración. Elaborado 100% con tinta fina que permanece 12 meses en barricas de roble francés y americano. De color picota. Aroma a fruta negra, fruta madura, balsámico, vainillas, café, fondo de regaliz. En boca es potente, frutoso, goloso, tostado, equilibrado, redondo, elegante y largo. Un gran Ribera.

Recomendación: Tarima Hill 2015

Bodegas Volver fue fundada en 2003 por Jorge Ordoñez y Rafael Cañizares, dos de los responsables del boom internacional del vino español en la década de los 90. El sello diferencial de la bodega es la elaboración artesanal a partir de variedades autóctonas españolas procedentes de viñedos muy viejos, menos productivos, pero que proporcionan más calidad en todos los sentidos. La filosofía de la bodega es volver a los cultivos y elaboraciones tradiciones, para ello producen vinos en la Denominación de Origen La Mancha, Alicante y Jumilla. El denominador común es que todos sus vinos se revelan corpulentos, estructurados, con mucho cuerpo y con buena armonía entre fruta y madera. Tarima Hill nace en plena sierra alicantina de la Sima que se caracteriza por las considerables diferencias de altitud entre viñas ubicadas dentro de la misma zona, y un microclima continental con influencia mediterránea y fuertes contrastes térmicos. Elaborado 100% con la variedad monastrell y que permanece 14 meses en barricas en barricas de roble francés y que se embotella sin clarificar ni filtrar. De color picota, ribete violáceo. Aroma a frutas negras, arándanos, fruta madura, especiado, pimienta, goloso. En boca es frutoso, equilibrado, con cuerpo, especiado y con un grato final balsámico. Largo. Sus 15º ni se notan. Vinazo. Precio aprox. 10€.

martes, 24 de julio de 2018

Recomendación: Suañé 2014

Alberto Pedrajo era el enólogo de Honorio Rubio y un buen día decidió embarcarse en el sueño de su vida: hacer su propio vino. Y con quién mejor que con un amigo de toda la vida. Así comienza la andadura de Alonso & Pedrajo. En 2011 el sueño empieza a cobrar vida y tras mucho buscar, eligen el terreno. El afortunado está en la Rioja más occidental, en las faldas de los Montes Obarenes, en Villalba de Rioja. Cuidan con mimo el viñedo, practicando una agricultura basada en la ecología, el respeto y la mínima intervención, tanto en el cultivo como en la elaboración. Sus vinos sorprenden por su carácter y originalidad. Suañé, término que surge de la transformación fonética de la palabra francesa “soigne” que significa refinado, delicado, esmerado, cuidado y que no es otra cosa lo que pretenden que sea este vino. ¡Y vaya si lo es! Procedente de Tempranillo de viñedos de la Finca de Valdinero de más de 70 años y a más de 600 m de altura, las uvas fermentan en un tina abierta de hormigón 1000 litros y posteriormente realiza una crianza de 24 meses en barricas de roble usadas. De color cereza. Aroma a fruta roja, notas florales, vainillas y fondo de regaliz. En boca es fresco, frutoso, puntito de acidez refrescante, taninos pulidos y de trago fluido. Elegante. Un reserva riojano a caballo entre lo clásico y lo moderno. Llamado a ser grande.

Recomendación: Thalarn 2014

Castell d´Encus (DO Costers del Segre) tiene su origen en una búsqueda personal de Raúl Bobet para encontrar unos terrenos en los Pirineos catalanes donde el impacto del cambio climático fuera menos acusado. La elevación de la finca llega hasta los 1000 metros, en una zona con buena exposición solar y rodeada de una importante masa forestal, junto con la parte histórica de la finca que cuenta con una ermita y antiguos lagares de fermentación esculpidos en la piedra por los monjes hospitalarios que hacen del lugar un sitio privilegiado y mágico. Los lagares funcionan por gravedad y después de unas pruebas iniciales se están reutilizando para fermentar casi la totalidad de los vinos de Castell d´Encus. Cuentan con cinco rocas diferentes con capacidades de entre 2 y 8 toneladas, que se usan dependiendo de la variedad y cantidad de uva a fermentar. En Castell d´Encus no utilizan ningún tipo de herbicida, insecticida o fungicida a excepción de los permitidos en la agricultura ecológica. La vendimia se realiza de forma manual en pequeñas cajas de 10 kilos con uvas que proceden exclusivamente de la finca. Thalarn es un monovarietal de syrah que fermenta en lagares de piedra, en tinas de madera y en depósitos de acero inoxidable lo que confiere un carácter único. De color cereza y cierto ribete violáceo. Aroma a fruta roja y negra, floral, mineral y especiado. En boca es ligero, frutoso, fresco, cereza confitada, cierta acidez refrescante y de paso sedoso y fondo mineral. Largo. Un verdadero espectáculo. 95 Parker.

miércoles, 18 de julio de 2018

Novedad: Mas de Mancuso 2015

Los orígenes de este proyecto se remontan a 2002 con la unión de dos familias: los Navascués y los San Pedro (bodegas Pujanza) para recuperar y elaborar garnachas en Jarque del Moncayo. En 2015 Jorge y su padre Jesús Navascués deciden quedarse con el proyecto y darle una vuelta de tuerca. Compran una antigua bodega subterránea que data de 1800 y adquieren las uvas en Almonacid de la Sierra de un viticultor amigo con el que llevaban años colaborando. Dedicados a elaborar vino para otros pero nunca olvidando sus orígenes - por la rama paterna de Jorge es la tercera generación de elaboradores en Campo de Borja y por la materna la cuarta en Utiel Requena - siempre habían soñado con tener su propia etiqueta y su propio vino. Más de Mancuso es por tanto el sueño hecho realidad. En su nombre, Mas de Mancuso, encontramos parte de la historia de este proyecto,  Mas como guiño a la continuación de un proyecto anterior y también como juego de palabras con la "masía" que adquirieron para elaborar sus vinos. Mancuso además fue el nombre de las primeras monedas de plata acuñadas en el Reino de Aragón. El viñedo que da origen a este vino se encuentra en Almonacid de la Sierra. Son parcelas con garnachas viejas plantadas en vaso que fueron seleccionadas por su altitud, por encima de los 700 metros sobre el nivel del mar. De pequeña producción y acogido a DO Cariñena, este monovarietal de garnacha permanece 14 meses en barricas de roble francés usado de 225 litros y 12 meses de afinamiento en botella antes de su comercialización. De color cereza. Aroma a frutos rojos, florales de violetas, sandía, hierbas de monte, balsámico y complejo. En boca es fresco, frutoso, goloso, punto de licor. Largo postgusto. 94 Parker.

Recomendación: Phinca Hapa 2016

Bodegas Bhilar es una pequeña bodega localizada en Elvillar, Rioja Alavesa, dirigida por la pareja formada por el viticultor y enólogo David Sampedro y la norteamericana Melanie Hickman. Tras terminar sus estudios de Ingeniería de Agrónomos, David se licenció en Enología. Su inquietud le llevó a viajar mucho y a emprender proyectos en diversos lugares de España, todos ellos con un denominador común: ser proyectos vitivinícolas que ponen en valor variedades autóctonas de viñedos viejos y sabios. Elvillar es conocida por tener el mayor porcentaje de vides viejas de todo Rioja. Desde el 2006 se cultivan en ecológico y están en proceso de obtener la certificación biodinámica Demeter. El objetivo que persigue aplicando las técnicas biodinámicas es cuidar los suelos sobre los que se asientan, mejorando la fertilidad a través de preparados que vivifican el suelo. En 2014, los tractores fueron eliminados y los caballos volvieron para trabajar las viñas. En 2012, comenzó su bodega de garaje cerca de sus viñas, en su pueblo, en Elvillar, y decidió ponerle el nombre del mismo pueblo; Bhilar es Elvillar en euskera. La nueva bodega de intervención mínima finaliza en 2016 y es un concepto de "bodega chateau" que se integra en el paisaje. Una bodega de diseño sostenible basada en la utilización la energía solar y construida parcialmente subterránea, con depósitos de fermentación de hormigón (para ayudar a controlar la temperatura) y tinas de madera francesa. Dentro de la gama de vinos que elabora David se incluye el proyecto personal de Melanie Hickman, Struggling Vines. Iniciado en 2016 con la compra de un viñedo muy especial que iba a ser arrancado y para el que Melanie destinó todos los fondos de su plan de pensiones. Un proyecto que bautizó con el nombre de su perro Hapa tras fallecer y que parte del rescate de viñas viejas y de una viticultura sostenible y biodinámica. Phinca Hapa procede de un viñedo de 60 años. 94% tempranillo y 6% de graciano que permanece 12 meses en barricas de 500 litros de roble francés. De bonito color cereza y ribete violáceo. Aroma a frutos rojos, cerezas, fresco, frutal, arándanos, balsámico. En boca es frutoso, sabroso, goloso y equilibrado. Largo final a fruta roja. Conviene decantar. 93+ Parker.

martes, 10 de julio de 2018

Relación calidad-precio: Bajondillo 2016

Situada en la Denominación de Origen Méntrida, Bodegas Jiménez-Landi comienzan su andadura en 2004 con el objetivo de centrarse en los viñedos viejos de Garnacha y hacernos redescubrir su enorme potencial con una elaboración que busca respetar la tipicidad de esta uva. La característica principal de la zona donde Jiménez-Landi elabora es la altitud (en Méntrida, alrededor de 600 metros; en Real de San Vicente, entre 750 y 900 metros). Esta circunstancia proporciona un frescor que equilibra los vinos, ya que la Garnacha tiende a producir grados elevados que necesitan ser compensados por una buena acidez. En la bodega intentan trabajar con la menor manipulación posible, despalillando cada vez menos, haciendo fermentaciones suaves (en barricas abiertas y pisando con los pies, evitando el uso de bombas y remontados agresivos) y cuidando en especial la crianza en madera. Utilizando barricas grandes y fudres consiguen una menor micro-oxidación del vino y esto es importante porque la Garnacha es una variedad muy oxidativa. Bajondillo es el benjamín de la casa y se nutre de un conjunto de viñas que la bodega posee en la zona de Méntrida. 85% garnacha, 10% syrah y 5% cabernet sauvignon que pasa 6 meses en tinos de madera de roble francés de 3.000 litros de capacidad y en depósitos de acero inoxidable. De color rubí de capa baja. Aroma a frutillos rojos, notas florales, sotobosque, complejo. En boca es fresco, fresa intensa, frutoso, buena acidez, ligero y largo postgusto. Muy, pero que muy fácil de beber pese a sus 14,5º. Borgoñón. Precio aprox. 6,50 €.

Recomendación: Benito Santos Godello 2016

La bodega Benito Santos está situada en Vilanova de Arousa, muy cerca del mar, permitiendo al vino madurar perfectamente y adquirir un toque salino gracias a los aires frescos, suelo mineral y suaves cambios de temperatura de la zona. Esta ubicación es la misma desde hace 100 años, con una modificación y modernización que tuvo lugar el año 2002 que le permite hoy en día producir más de 300.000 botellas, todas elaboradas bajo la filosofía de que el vino se hace en el viñedo, no en la bodega. Esta bodega cuenta con 12 hectáreas de viñedo propio (20 hectáreas en total sumando los viñedos de viticultores de confianza con los que trabaja). La mayoría de los viñedos tienen una edad entre los 60 y los 80 años y la densidad de la plantación es muy baja. Benito Santos elabora un total de 8 vinos, 6 de ellos en las Rías Baixas creados solo con variedad autóctona Albariño. El de hoy es un monovarietal de godello que pertenece a la DO de Monterrei y que tiene una crianza en sus lías durante 3 meses. De color pajizo y reflejos verdosos. Aroma a flores blancas, cítricos de limón, melocotón y fruta tropical como el mango. En boca es fresco, cierta untuosidad, equilibrado, postgusto a melocotón y ligeros toques salinos. Placentero. Compañero ideal de los días de verano.  

martes, 26 de junio de 2018

Novedad: Roca del Crit 2016

David Seijas, sumiller en El Bulli durante 13 años, gran profesional enamorado del vino ha lanzado sus propios vinos, bajo el proyecto denominado “Gallina de piel”, inspirados en su familia y en el tiempo que pasó en el ya mítico restaurante. Manar dos Seixas, un blanco gallego y Roca del Crit, su tinto de la zona del Empordá. Ya hablé de su estupendo blanco gallego y de su novedoso proyecto y hoy haré lo propio con su tinto. Trabajar en El Bulli requería concentración y estar en constante tensión. David tenía su propia válvula de escape. Cuando lo necesitaba, salía un momento del restaurante andando por un pequeño sendero que conducía a un escondido acantilado con una roca saliente. Allí podía pegar un grito y liberar tensión. Era su roca del grito. Elaborado un 60% con garnacha de 15 años y 40% cariñena de 86 años. La garnacha hace una crianza sobre lías finas durante 6 meses y la cariñena de 12 meses en barricas borgoñonas de 500-700 litros de roble francés de primer, segundo y tercer año de tostados medios y fondo sin tostar. De bonito color cereza, cierto ribete púrpura. Aroma a frutos rojos, cerezas, moras, floral de violetas, hierbas de monte. En boca es fresco, frutoso, ligero, frambuesas, palote de fresa, puntito de acidez refrescante que le aporta la cariñena. Agradable y largo postgusto. Tan fácil de beber que te terminas la botella en menos que canta un gallo. Grande.

Recomendación: Neno de Viña Somoza 2016

Viña Somoza nació entre los años 2000 y 2001, desarrollando su actividad en A Rúa de Valdeorras, una localidad de la pequeña D.O. Valdeorras. Desde el año 2015 la bodega es propiedad de un único socio, comenzando así una nueva etapa en la que se planea aumentar la producción para dentro y fuera de España. Los viñedos  de Viña Somoza crecen en ricos suelos de ladera, con sustratos de pizarra, arenas graníticas y antiguas terrazas aluviales con cantos rodados regados por el río Sil, Bibei y Xares, con una oscilación térmica húmeda de entre 8ºC y 25ºC. La bodega dispone de 5 hectáreas de viñedo con una edad de entre 5 y 40 años. La vendimia es manual y las uvas se trasladan hasta la bodega en cajas de 15 kilos. Ya en bodega se trabaja con los más importantes equipos técnicos de última generación, tanto de clasificación de uva (mesas de selección), como de vinificación (prensas neumáticas de prensado suave, depósitos de acero inoxidable con decantadores, tinos y barricas de roble francés, laboratorio, etc.). Históricamente, la bodega sólo ha elaborado vinos blancos, principalmente con la variedad Godello. Sin embargo, a partir de la añada 2015 Viña Somoza comenzó a ampliar su gama de vinos, tanto blancos como tintos, elaborados con uvas autóctonas de Galicia: Doña branca, Albarello, Mencía… Neno quiere decir en gallego “el niño” y es que es el vino más joven de la casa. Elaborado 100% con la variedad godello y que tiene una crianza sobre lías finas con "bâtonnages" periódicos en barricas de roble francés durante unos 6 meses. De color dorado brillante. Aroma a flores blancas, hierbas aromáticas, fruta como la manzana, pera, fondo de hinojo, complejo. En bocas es frutoso, estructurado, untuoso, equilibrado y de largo postgusto. 91 Parker y 90 Peñín por unos 10 €.

viernes, 15 de junio de 2018

Recomendación: Mestizaje Blanco 2016

Ya he hablado en anteriores entradas de esta bodega y de su responsable y enólogo Toni Sarrión que, en sus inicios, decidió apostar por las variedades autóctonas de la zona como la bobal y la merseguera. La primera destinada a graneles y rosados de bajo precio pero que tras un exhaustivo estudio en bodega encontró que los rendimientos bajos eran los más apropiados para conseguir un punto óptimo de calidad acorde con su idea de lo que debía ser un gran vino. Y lo consigue, ¡vaya si lo consigue! Pero hoy me voy a centrar en la otra variedad de la zona, la merseguera. Uva casi extinta y que se le emparenta con la doña blanca que se ubica, principalmente, en la zona del bierzo. La merseguera es original de la zona del alto Turia y se caracteriza por su gran acidez. En esta ocasión está acompañada por la foránea viognier (24%), con sus característicos recuerdos a fruta de hueso y por la malvasía (11%) que le confiere dulzor. Con este perfecto ensamblaje proveniente de cultivo ecológico y su posterior crianza sobre sus lías, nos encontramos ante un vino blanco de categoría. De color pajizo. Aroma a fruta de hueso, melocotón, albaricoque, manzana, flores blancas. En boca es fresco, frutoso, puntito de acidez, cierta untuosidad, goloso. Final largo y duradero. 90 Parker y 91 Peñín. Y todo por unos 9 €.

Recomendación: Abadía de Poblet 2015

Abadía de Poblet, la única bodega de Cataluña ubicada dentro de un monumento histórico aúna la tradición vitivinícola de los monjes de la Orden del Císter, procedente de Borgoña, con los conocimientos de la Conca de Barberà, una zona única que ha sabido mantener el cultivo de varietales autóctonas. La filosofía de los nuevos vinos de monasterio, que recuperan varietales locales (trepat, garrut y garnatxa principalmente) es que transmitan las características de las uvas con las que se elaboran y el terroir en el que han sido cultivadas. Esto se consigue, trabajando de forma no invasiva y recuperando técnicas de vinificación de los monjes de la Orden del Císter. En 1989 el Grupo Codorníu decide sumarse a este proyecto, que se inicia con la plantación de viñedo en las 9 hectáreas que se encuentran dentro del recinto amurallado del Monasterio de Poblet. Coupage de Trepat, de viñas viejas, Garrut, de viñas de 20 años de suelos pizarrosos y arenosos y la Tempranillo y Garnacha plantados a 700 metros de altitud. La crianza se lleva a cabo durante 12 meses en foudres de 4.000 litros y tinos de cemento. De color cereza de media capa. Aroma a frutos rojos, fruta ácida, especiado de pimienta, hierbas de monte. En boca es frutoso, sabroso, ligero, fluido con un puntito de acidez refrescante que remata el conjunto. Muy rico y fácil de beber. ¡Estos monjes sabían lo que hacían!

martes, 29 de mayo de 2018

Relación calidad-precio: Vermell 2016

Celler del Roure nace en 1996 como una pequeña bodega familiar con la ilusión de elaborar vinos tintos de guarda. Ubicada en Moixent, se encuentra en el triángulo conocido como "la toscana valenciana". Pablo Calatayud, propietario y enólogo, lleva un tiempo recuperando antiguos métodos de elaboración y también antiguas variedades viníferas locales como la Mandó. La bodega inicia en 2009 una línea de investigación sobre el posible uso para crianza de unas tinajas de barro enterradas que permanecían “dormidas” en su “bodega fonda”, una espectacular galería subterránea excavada hace más de trescientos años, que alberga 97 tinajas de capacidades comprendidas entre los 600 los y 2.800 litros. Las barricas de roble francés y americano permiten obtener grandes vinos de guarda pero en ocasiones ocultan o enmascaran el origen y la autenticidad de las uvas. Las tinajas de barro no aportan sabores y aromas y esta circunstancia les ayuda a encontrar la esencia y el alma de sus vinos. Con su nombre, este vino hace referencia a la fruta roja que aparece en su abanico aromático y al color rojo que toman las hojas de las vides de la Garnacha tintorera en otoño. Para su elaboración, además de la ya mencionada Garnacha tintorera (70%), se emplea la Monastrell (30%), aunque en esta añada se prescindió de la Mandó, una uva autóctona que ha sido recuperada por Celler del Roure y que ha participado en el coupage de este tinto anteriormente. Todo el viñedo se cultiva en ecológico y ha permanecido 6 meses en tinajas de barro. De bonito color  cereza, borde granate. Aroma a frutos rojos, fresas, frambuesas, monte bajo, mineral. Expresivo. En boca es ligero, fresco, frutoso, fruta roja, puntito de acidez refrescante y final balsámico. Rico, largo y redondo. Muy fácil de beber. Pura golosina. 91 Parker por unos 6 €.

miércoles, 23 de mayo de 2018

Novedad: Manar dos Seixas 2016

Gallina de Piel es el nuevo proyecto del winefanatic y sommelier incansable David Seijas. Apasionado por el vino y divulgador nato, ha escrito varios exitosos libros sobre vinos, entre ellos Vinos Imbatibles (en precio-placer, 150 vinos entre 4 y 10€) y es un colaborador habitual de eventos del sector como Fenavin, San Sebastián Gastronómica, así como profesor de sumillería en la Universidad de Girona. Pero su fama se debe a los 13 años que pasó como sommelier en El Bulli, el mítico restaurante nombrado 5 veces Mejor Restaurante del Mundo. Esta experiencia ha marcado fuertemente su vida pero en su cabeza estaba desde hacía tiempo el elaborar sus propios vinos. En el 2015 empieza su aventura denominada “Gallina de Piel Wines” y lo hace con dos vinos: Manar dos Seixas y Roca del Crit que son por encima de todo, un homenaje a sus raíces, Galicia y L’Empordà. Gallina de Piel Wines empieza con estos 2 vinos, que transmiten la personalísima visión del mundo del vino de David Seijas, que se resume en dos máximas: “El vino es para disfrutarlo” y “La simplicidad hace grandes las cosas” La etiqueta, tanto la de Roca del Crit como la de Manar dos Seixas son fruto de un concurso. Eligieron, entre muchos, a un diseñador joven sin experiencia en el sector, para que la comunicación fuera más fresca, más como él quería que fuera: con humor y conocimiento. Hoy nos centraremos en Manar dos Seixas que es un homenaje a su padre, de ahí el apellido en gallego y manar por la presencia de termas que manan del suelo en la zona de Ribeiro. Coupage de 85% treixadura, 8% godello, 5% albariño y 2% loureiro blanco que permanece en sus lías de 6 a 8 meses. De color amarillo con reflejos verdosos. Aroma ligero a cítricos, manzana verde, albaricoque, flores blancas. En boca es fresco, frutoso, cierta untuosidad, fruta tropical, mango y punto goloso final que redondea el conjunto. Soberbio.