Verónica Ortega es una inquieta enóloga
gaditana que inició a principios de esta década el proyecto de elaborar sus
propios vinos en Valtuille de Abajo, Bierzo. Después de trabajar en el Priorat
para Daphne Glorian (Clos Erasmus) y Álvaro Palacios y pasar algunos años trabajando
en Francia, en Borgoña (en Domaine de la Romanee Conti y Comte Armand) y valle
del Ródano norte, Verónica Ortega regresó a España para llevar a cabo su propio
proyecto, en concreto en la comarca del Bierzo. En pocos sitios como en el
Bierzo se han conservado los viñedos viejos y la variedad Mencía es una de las
uvas preferidas de esta enóloga gaditana. Las mimbres para iniciar un gran
proyecto estaban en esta zona leonesa, y a ello se le sumó la gran experiencia
de Verónica. Sus vinos son elaborados artesanalmente, con fermentaciones espontáneas
y niveles bajos de sulfuroso. Al igual que el viñedo, que es trabajado
manualmente siguiendo los preceptos de la agricultura ecológica. Las parcelas
con las que elabora sus vinos son fundamentalmente viñedo viejo de Mencía, pero
como es frecuente en el Bierzo, existe una muy pequeña proporción de variedades
locales, tanto blancas como tintas mezcladas en el viñedo, desde Alicante
Bouchet, Merenzao, Jerez a Doña Blanca. Este CAL es un monovarietal de godello
de viñas de 30 años plantadas sobre una antigua mina de cal que permanece 14
meses en ánfora y barrica. De color dorado pálido. Aroma a flores blancas,
fruta escarchada, fruta madura, goloso, ahumado, mineral. Fina y exuberante nariz.
En boca es fresco, cierta acidez refrescante, untuoso, cierta estructura.
Largo. En tierra de tintos este blanco es el rey. 94 Parker.
Todo lo relacionado con el mundo del vino. Fotografías. Notas de cata. Elección del tipo de vino para cada ocasión. Novedades y recomendaciones.
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viernes, 20 de diciembre de 2019
viernes, 13 de diciembre de 2019
Recomendación: Puerto Salinas 2011
Sierra Salinas se ubica en el paraje oeste de
la Sierra de Salinas, en Villena (Alicante), en un enclave bañado por paisajes
de gran belleza. La bodega está rodeada de unas 92 hectáreas en las que
almendros, olivos y viñas conviven en unas laderas situadas a casi 700 metros
de altitud. De todas esas hectáreas, unas 42 se dedican al cultivo de la
Monastrell en vaso y otras 10 a la Cabernet Sauvignon, Alicante Bouschet y
Petit Verdot, plantadas todas ellas en sistema de espaldera. Además, Sierra
Salinas elabora vinos blancos con uvas Chardonnay y Moscatel procedentes de
otras fincas cuyos viticultores colaboran con la bodega. El factor diferencial
de Sierra Salinas durante el proceso de elaboración de sus vinos se encuentra,
en gran parte, en la singularidad del edificio de bodega, diseñado para aprovechar
la gravedad en el trasiego del vino sin necesidad de utilizar para ello bombas
eléctricas. Su sala soterrada de barricas permite además un aislamiento térmico
natural que favorece la creación de vinos muy especiales. Puerto Salinas es la
prueba hecha vino del acierto que supone combinar las uvas autóctonas
Monastrell (70%) y Garnacha Tintorera (15%) con las foráneas Cabernet Sauvignon
(10%) y Petit Verdot (5%) que permanece 12 meses en barricas de roble francés.
De color picota, cierto ribete púrpura. Aroma a fruta negra, fruta madura,
especiado de pimienta y fondo de pimiento verde, balsámico. En boca es potente,
estructurado, goloso, bombón de licor, taninos maduros. Largo postgusto. 15
grados que ni se notan. 91 Peñín.
jueves, 28 de noviembre de 2019
Recomendación: TRUS crianza 2016
Ubicada entre Pesquera y Piñel de Abajo, la
bodega Trus lleva por nombre el acrónimo que reúne las siglas de los elementos
principales para elaborar sus vinos: Tierra, Roble, Uva y Sol. Trus es la
primera bodega del Grupo Palacios Vinoteca, una comercializadora de vinos y
cervezas cuyo ámbito se desarrolla entre la Ribera del Duero, Rioja, Rueda y
Galicia. Nació en 1999 con filosofía de château, por lo que el edificio de
elaboración se encuentra junto a los viñedos en un entorno de 60 hectáreas de
viñedo plantado a unos 800 metros de altitud. Con la idea clara de elaborar
vinos de gran calidad y personalidad, capaces de convertirse en el reflejo de una
zona concreta, hoy Trus es sinónimo de producciones controladas y calidad de
vinos con Tinto fino. Elaborado 100% con tinto fino que permanece 12 meses en
barricas de roble francés. De color picota, ribete violáceo. Muy cubierto.
Aroma a frutos rojos, cerezas, arándanos, lácteos, regaliz, ahumado, especiado.
En boca es fresco, frutoso, fruta roja, equilibrado, balsámico, madera bien
integrada, fino amargor. Largo. 93 Peñín.
Recomendación: Avancia Cuvée de O Mencía 2015
Avancia es la gran apuesta gallega de Jorge
Ordóñez, uno de los bodegueros españoles más internacionales que fue de los
primeros en introducir la uva Godello en Estados Unidos. En esta Mencía de Valdeorras
se ha buscado la pureza mineral de la variedad. No en vano procede de viñedos
asentados en suelos de pizarra con afloramientos de cuarcita en las laderas del
río Sil. La elaboración de sus vinos se realiza de manera artesanal a partir de
variedades autóctonas procedentes de viñedos muy viejos, menos productivos,
pero capaces de proporcionar más calidad en todos los sentidos. Monovarietal de
Mencía de entre 60 y 70 años que permanece 8 meses en barricas de roble
francés. De color picota. Aroma a frutos rojos, frutos del bosque, regaliz,
roble cremoso, balsámico. En boca es fresco, frutoso, cierta acidez
refrescante, envolvente, mineral. Muy placentero. Un vino muy top. 93 Peñín.
jueves, 14 de noviembre de 2019
Recomendación: La Buena Vid 2013
La bodega “Más Que Vinos” elabora este tinto
amparado en la D.O.Ca. Rioja con uvas procedentes de viñedos de Rioja Alta y
Alavesa. Supone el tributo que los tres enólogos de esta bodega rinden a la
región vinícola que les unió y donde se conocieron. Querían elaborar vinos,
tenían una filosofía de elaboración en común y contaban con una vieja bodega
familiar de 1851 que les serviría de punto de partida y motor del proyecto. Se
trasladaron a Dosbarrios (Toledo) con la idea de rehabilitarla y restaurar las
viejas tinajas que allí reposaban. Así nació Más Que Vinos, fruto de una
amistad y de las ganas de poner en valor una zona vinícola tan importante como
Castilla La Mancha. El crecimiento del proyecto les llevó a ampliar sus bases e
instalaciones y fundar en el año 2007 su nueva bodega en el pueblo de Cabañas
de Yepes, a pocos kilómetros de Dosbarrios, en una zona rodeada de olivares y
viñas. Trabajan con técnicas tradicionales de elaboración del vino como el uso
de tinajas de arcilla y vasijas de cemento, donde los vinos realizan la
fermentación maloláctica. Este vino riojano es el resultado del ensamblaje de
80% tempranillo y 20% graciano de viñedos de una edad media de 50 años y que
permanece 14 meses en barricas de roble y francés de segundo uso. De color cereza
y borde granate. Aroma a fruta roja, fruta madura, finos tostados y
torrefactos, roble cremoso, fondo floral. En boca es fresco, cierta acidez
inicial que deja paso a un gran equilibrio entre fruta y madera. Taninos
maduros. Largo. Un Rioja diferente. A caballo entre lo clásico y lo moderno.
91+ Parker.
Recomendación: Aalto 2013
En 1998 Mariano García (antiguo enólogo de
Vega Sicilia) y Javier Zaccagnini, director de la D.O. Ribera del Duero durante
6 años, decidieron unir su experiencia para alumbrar Aalto. El objetivo del
proyecto era profundizar en el potencial de la uva y del terruño de la Ribera
del Duero para elaborar vinos de alta calidad. La variedad de uva autóctona,
Tinto fino, el clima y los suelos de la Ribera ofrecían interesantes
posibilidades que sus promotores quisieron explorar al máximo. La bodega
controla en la actualidad más de 100 hectáreas de viñas viejas con clones
antiguos de Tinto Fino distribuidas en 7 municipios diferentes de la provincia
de Burgos, y 20 hectáreas de viñas más jóvenes de Tinto Fino ubicadas en 2
municipios en la provincia de Valladolid. Todas ellas pertenecen a la
Denominación de Origen Ribera del Duero y la edad de las viñas oscila entre los
40 y los 100 años de antigüedad. Las uvas procedentes de cada uno de los
municipios reciben un tratamiento independiente: son vendimiadas separadamente
por municipios y esa separación se mantiene durante el proceso de vinificación
y también durante el periodo de envejecimiento en barrica. Mariano García, como
enólogo de Aalto, decide en qué momento ha de realizarse el coupage de cada
una de las partidas y cuándo considera que han alcanzado su grado óptimo de
crianza. Posteriormente ensambla la totalidad de las partidas para realizar el
embotellado de toda la añada de una sola vez. Los vinos no son clarificados ni
filtrados para preservar todas sus características originales. Monovarietal de
tinto fino que permanece 18 meses en barricas (la mitad son nuevas) de roble
francés y americano. De color picota, limpio y brillante. Aroma a fruta negra,
fruta madura, compota de fruta, vainillas, chocolate, bombón de licor, cuero,
suaves mentolados. Expresivo. En boca es potente, sabroso, equilibrado, cacao
fino, especiado, taninos maduros y sedosos, fino amargor. Elegante. Largo.
Conviene decantar. La evolución en copa es espectacular. Un vino para disfrutar.
jueves, 7 de noviembre de 2019
Recomendación: El Hombre Bala 2016
Uvas Felices nace de la asociación de varios
bodegueros reconocidos de España. Su objetivo es aunar esfuerzos para presentar
vinos procedentes de diferentes regiones españolas y amparados bajo el manto de
la distribuidora Vila Viniteca. Las bodegas que elaboran los vinos, que quedan
recogidos bajo este paraguas, están ubicadas en algunas de las denominaciones
de origen más representativas de nuestra geografía como son: Yecla, Rueda,
Rioja, Ribera del Duero, Rías Baixas, Vinos de Madrid, Cava y Cataluña. En la
mayoría de ocasiones estos proyectos cuentan con una historia que se remonta
siglos atrás (como es el caso de Ca N'Estruc, que data de 1548), y en otras se
trata de bodegas de reciente fundación. Gran parte del éxito de este compendio
radica en la diversidad de sus integrantes, de sus distintas procedencias y de
la amplia variedad de uvas y suelos con los que trabajan. “El Hombre Bala” (DO
Madrid) lo elabora el equipo de Comando G, gente que entiende de garnacha,
especialmente de garnachas de altura, y que realizan una agricultura
biodinámica, haciendo lo posible por entender la naturaleza y transmitir el
paisaje en cada botella, por ofrecer vinos frescos y elegantes. Monovarietal de
garnacha procedente de viñas de entre 40 y 90 años cultivadas sobre suelos
graníticos, que permanece 10 meses en barricas de 400 y 700 litros de roble
francés. De color rubí y ribete naranja. Aroma a fruta roja, fruta fresca y ácida,
naranja sanguina, litchi, fondo de violetas. Muy perfumado. En boca es fresco, jugoso,
ligero, cerezas, acidez vibrante, fondo ahumado. Largo y elegante. Soberbio.
jueves, 31 de octubre de 2019
Recomendación: Sanmartí 1018 2017
Celler Sanmartí es una bodega situada en la
DO. Plà de Bages con una larga historia. Propiedad familiar dedicada a la viña
y a la producción de vino desde el año 996. De esta manera, aún se conservan
las instalaciones de la bodega histórica, que han sido renovadas y adaptadas
para la producción de vinos de calidad y limitada producción y siempre con el
máximo respeto al entorno natural. La ubicación de la bodega, en el sótano de
la masía, permite trabajar por gravedad y con una excelente estabilidad natural
de temperatura. Elaboran vinos únicamente con variedades autóctonas, escogidas
entre las que existían en la propiedad a finales del siglo XIX, como: picapoll,
macabeo, sumoll, mandó y garnacha y siempre siguiendo el principio de la mínima
intervención posible y bajo cultivo ecológico, respetando así la biodiversidad
de la zona. Su vino blanco está elaborado 53% de macabeo y 47% de picapoll.
Trabajo con sus lías durante 3 meses y posterior crianza en barricas de roble
francés. De color pajizo verdoso. Aroma a flores blancas, hinojo, manzana
verde. En boca es fresco, delicado, untuoso, goloso, final anisado y con un
toque salino. Muy, pero que muy rico. Para empezar y no parar.
martes, 29 de octubre de 2019
Recomendación: Montebaco 2016
Bodegas Montebaco se encuentra a caballo
entre los términos de Valbuena y Pesquera de Duero, dos de los municipios más
prestigiosos de la Ribera del Duero, en pleno corazón de la D.O. Montebaco, es
un vino de finca que proviene de la finca denominada Monte Alto con viñas
plantadas en 1987. La ubicación de esta finca es precisamente una de las
singularidades de este proyecto vitivinícola. Aunque diste tan solo 4
kilómetros del río Duero, su situación en el valle del arroyo Jaramiel, a casi
900 metros de altitud, le confiere unas características geoclimáticas muy
particulares que convierten a Montebaco en una “isla” dentro de la prestigiosa
denominación. El clima en esta zona es continental extremo, con una
pluviometría baja y unos inviernos rigurosos y largos, con un periodo libre de
heladas por debajo de los 140 días al año. El suelo es arcillo-calcáreo y las
plantaciones están situadas en laderas con orientaciones este-oeste y líneas
dirigidas de norte a sur. Todas las labores de cultivo están encaminadas a
controlar el vigor de la planta, consiguiendo así producciones bajas y
concentraciones muy interesantes. La vendimia, por su parte, se realiza
seleccionando a pie de viña sólo aquellos racimos bien maduros y sanos.
Elaborado 100% con tinta fina que permanece 13 meses en barricas de roble francés
y americano. De color cereza y ribete granate. Aroma a fruta roja, regaliz,
balsámico, ligeras vainillas y suaves tostados. En boca es frutoso, fresco,
balsámico, equilibrado y de paso amable. Largo postgusto. Un Ribera a caballo
entre lo clásico y lo moderno.
Relación calidad-precio: Estancia Piedra Roble 2018
Estancia Piedra es una bodega con casi 50
años de experiencia a sus espaldas, ubicada en pleno Valle de la Guareña y que
además de elaborar vinos fieles a su tierra, llevan a cabo una importante labor
divulgativa en torno a la cultura vinícola. La bodega cuenta con 35 hectáreas
de viñedo en propiedad cultivado en ecológico y sostenible. Es el llamado Pago
Estancia de Piedra, una parcela que fue plantada en 1968 y que cuenta con una
densidad de 1.000 cepas por hectárea. Allí la autóctona Tinta de Toro ha
encontrado un suelo perfecto en el que poder desarrollarse fenólicamente a la
perfección. Debido a la diversidad del suelo, de orientaciones y de altitud,
este viñedo se subdivide en cinco parcelas. La más alta de ellas es un terreno
de 10 hectáreas ubicado a 762 metros sobre el nivel del mar, con orientación
oeste. Además, es el que cuenta con más horas de exposición solar de entre
todos los de Estancia Piedra. Su filosofía es la elaboración de vinos
ecológicos y naturales con el máximo respeto al medio ambiente. Vinos creados
para deleitar los sentidos, para celebrar la vida y la amistad. A destacar sus
originales y bonitas etiquetas. Este roble se elabora con un 85% de tinta de
toro y 15% de garnacha que permanece 4 meses en barricas de roble francés y
americano. De color picota, cierto ribete violáceo. Aroma a fruta roja, fruta
fresca, lácteos, regaliz, vainillas y finas maderas. En boca es fresco,
frutoso, jugoso, goloso, de paso suave y agradable para ser un tinto de Toro. Y
con una calidad precio estupenda. Unos 8,5 €.
viernes, 11 de octubre de 2019
Relación calidad-precio: El Corralón 2018
Situada en la Denominación de Origen
Méntrida, Bodegas Jiménez-Landi comienzan su andadura en 2004 con el objetivo
de centrarse en los viñedos viejos de Garnacha y respetar la tipicidad de esta
uva. La característica principal de la zona es la altitud (en Méntrida,
alrededor de 600 metros; en Real de San Vicente, entre 750 y 900 metros). Esta
circunstancia proporciona un frescor que equilibra los vinos, ya que la
Garnacha tiende a producir grados elevados que necesitan ser compensados por
una buena acidez. En bodega se interviene lo menos posible, despalillando cada
vez menos, haciendo fermentaciones suaves en barricas abiertas y pisando con
los pies, evitando el uso de bombas y remontados agresivos y cuidando en
especial la crianza en madera. Utilizando barricas grandes y fudres consiguiendo
una menor micro-oxidación del vino y esto es importante porque la Garnacha es
una variedad muy oxidativa. Aunque siempre han trabajado con la
Garnacha como variedad autóctona, sin embargo, no olvidan otras variedades que
demuestran la buena adaptación a sus vinos, en este caso la Syrah y un pequeño
aporte de Cabernet Sauvignon. Para el Corralón utilizan un 85% de garnacha, 10%
de syrah y 5% de cabernet. Viticultura en ecológico que permanece 7 meses en
barricas y fudres de roble francés de 500 y 3.000 litros. De bonito color
cereza, cierto ribete violáceo. Aroma a frutos rojos, fruta fresca, fresas y
frambuesas, floral de violetas, balsámico. En boca es fresco, frutoso,
equilibrado, fino amargor. Mucho placer por tan solo 9 €.
Recomendación: Las Quebradas 2016
Una bodega que nació como empresa familiar,
Enrique Mendoza es hoy uno de les referentes en la denominación de Alicante.
Hoy, sus hijos Pepe y Julián, le acompañan en la elaboración de sus vinos. La
inquietud de Enrique Mendoza le llevó a comprar, coleccionar e invertir en vino
de otras bodegas como aficionado. Más tarde, decidió plantar 2.000 plantas para
continuar la tradición de producir vino para consumo familiar. Esas
plantaciones, 25 años después, se han transformado en dos bodegas; una, en
Alfaz del Pí, para la elaboración de moscatel de Alejandría y la otra en Villena
denominada “Finca Chaconero”, dotada de la mejor tecnología. Las variedades son
cultivadas sin herbicidas ni insecticidas, alimentadas sólo con compost. En el
viñedo se utilizan técnicas como la dendrometría o viticultura de precisión
para conocer, a través de sensores, el estrés hídrico de la planta y producir
así uvas más frescas, concentradas y de mayor calidad. Las Quebradas proviene
de un suelo denominado caliche, con menor permeabilidad y, por tanto, mayor
retención de agua y nutrientes, y una menor aireación. De este modo, según Pepe
Mendoza, las características del vino son una estructura más marcada, con
taninos musculados y unos aromas a fruta madura y minerales. 100% monastrell de
70 años que descansa 15 meses en barricas de roble francés. Bonito color cereza
cubierto. Aroma a fruta negra, fruta madura, ciruelas, lavanda, tomillo,
terroso, mineral. Expresivo en nariz. En boca es potente, sabroso, especiado,
equilibrado, balsámico y elegante. Largo. Un grande. 94 Parker.
Relación calidad-precio: La Montesa 2016
La familia Palacios cuenta con una gran
tradición vitivinícola que se remonta a las últimas cuatro generaciones. Pero
fue José Palacios Remondo el verdadero responsable de lo que es hoy la bodega,
plantando la mejor selección de las variedades tradicionales de La Rioja, y
cuidando la viticultura con gran vocación. Con una gran visión de futuro, preparó
a sus hijos (Álvaro y Rafael) en las mejores escuelas de enología y viticultura
francesas animándoles a visitar importantes bodegas de las principales regiones
productoras de vino. El clima mediterráneo marcado levemente por rasgos atlánticos,
un viñedo de buena altitud y una escasa pluviometría confieren unas condiciones
inmejorables para las uvas cultivadas en la propiedad: tempranillo, garnacha,
mazuelo, graciano y viura. Viticultura basada en los rendimientos de uva por hectárea y el cuidado riguroso del enriquecimiento alternativo del suelo. La Montesa
2016, a juicio de su creador, Álvaro Palacios, es la mejor añada de este vino. 92%
garnacha y 8% tempranillo que envejece durante 12 meses en barricas de roble
francés y americano. De color cereza, ribete granate. Aroma a frutos rojos,
fresa ácida, punto floral y de hierbas de monte. En boca es fresco, frutoso,
puntito de acidez refrescante, balsámico, taninos finos. Un vino muy sutil. 93
Parker por solo 10 €.
viernes, 4 de octubre de 2019
Recomendación: Vértebra de la Figuera del Montsant 2018
El afamado viticultor alemán afincado en el
Priorat, Dominik Huber, que hace muy pocos días consiguió 100 puntos Parker por
Les Manyes 2016 (Terroir al Limit), nos presenta su nuevo proyecto en el
Montsant. Terroir Sense Fronteres es la revisitación a la tradición vinícola
secular del Montsant con cuatro vinos sensacionales llenos de frescura,
ligereza y gran acidez; vinos que llevan el cuchillo entre los dientes, que te
atrapan por su honestidad y ya no te sueltan. ¿Qué tienen de diferentes estos
vinos del Montsant de sus vecinos del Priorat? Básicamente que son vinos que no
conocen la madera ni de lejos, que se crían en depósitos de acero inoxidable y
cemento, y en vasijas de barro, y son muy ligeros y auténticos; ninguno
sobrepasa los 13 grados de alcohol. Para Huber, además de la verdad que debe
esconder cualquier vino que se precie, es decir, ser una fiel representación
del terruño y del clima de un lugar, tiene que ser un fiel aliado de la comida.
Los suelos de este paradisíaco viñedo de Montalts son de arcilla roja con capas
de yeso en lugar de la llicorella que alfombra las viñas de enfrente, en
Priorat. Como, además, hay menos estrés hídrico, los vinos se cosechan antes y
son más ligeros. Eso hace que su sensualidad y frescura sean sus señas de
identidad. Según Dominik, de los cuatro vinos que hace en Montsant, éste es el
de mejor relación calidad-precio. 100% garnacha cultivada a 700 metros de
altitud procedente de viñedos de entre 40 y 80 años que se cría durante 6 meses
en depósitos de cemento. De color rubí de baja capa. Aroma a fruta roja, fruta
fresca, fresas, frambuesas, floral de violetas. En boca es fresco, frutoso,
fruta roja, fino y elegante. De paso fluido y trago fácil. Borgoñón. Un auténtico
vinazo. 93 Parker.
viernes, 13 de septiembre de 2019
Recomendación: Forlong Amigo Imaginario 2016
100% Palomino de entre 40 y 50 años,
plantadas en albariza y cultivadas en ecológico desde hace más de 15 años. Elaboración
como un vino tinto. Vendimia de forma manual, haciendo en la viña una primera
selección. Una vez en la bodega, la uva es introducida en cajas en un camión
frigorífico donde se le baja la temperatura a unos 3-4ºC durante 24 horas.
Seguidamente, la uva pasa por una mesa de selección. La uva entera y
despalillada pasa a un depósito con control de temperatura y se deja que la
fermentación empiece de forma espontánea. Durante los días de fermentación se
procede a bazuquear diariamente. Tras 25 días de fermentación el vino es
descubado, prensado y trasegado a una bota de oloroso, donde es cerrado
herméticamente para evitar el velo de flor y la oxidación. En esta bota
procederá a realizar la fermentación maloláctica. Posterior crianza en bota de
oloroso de 10 meses más otros 4 meses más de crianza en botella. De color
dorado brillante, ámbar pálido. Aroma a hidrocarburo, herbáceo, almendra
tostada, fondo mineral y salino. En boca es denso, fondo de madera, con
estructura, amplio y final mineral. Largo. Gran trabajo de esta joven bodega. Pura
golosina para paladares curiosos.
Recomendación: Quinta Milú La Cometa 2017
Germán R. Blanco trabaja en zonas, como
Bierzo, La Rioja y Ribera de Duero y es un firme creyente de los vinos artesanos y
de pueblo, vinos basados en el concepto de la viticultura orgánica y de mínimo
intervencionismo cuyo pilar fundamental es la viña. Sus producciones quieren
reflejar los aromas y sabores de la tierra de la que proceden y para ello llega
a acuerdos con viticultores que trabajan con viñedos certificados en ecológico.
En bodega se trabaja con levaduras autóctonas y no busca de artificios para
llevar a cabo sus vinos. Su proyecto en Ribera de Duero se denomina Milú y
dentro de éste su buque insignia es La Cometa, ya que se nutre de los viñedos
más viejos. Ya en bodega se vinifican todas las parcelas por separado y de los
vinos resultantes, aquellos con un equilibrio excepcional, pasan a formar parte
de La Cometa. Monovarietal de tinto fino de viñedos de 70 años cultivados a 900
metros de altitud. Fermentación en tinas de roble, barricas de roble abiertas y
ánforas. Posterior crianza de 11 meses en barricas francesas usadas de 225, 400
y 500 litros. De color cereza cubierto y cierto ribete cardenalicio. Aroma a
frutos rojos y negros, moras, arándanos, regaliz con fondo láctico. En boca es
fresco, frutoso, sabroso, equilibrado. Final fresco, goloso y elegante. Muy
rico.
martes, 10 de septiembre de 2019
Recomendación: Las Bacantes 2016
Carlos Sánchez estudió magisterio, pero
pronto se dio cuenta de que necesitaba dedicarse a un oficio a través del que
pudiera canalizar su vitalidad. Decidió elaborar sus propios vinos en Cadalso
de los Vidrios, la vertiente madrileña de la Sierra de Gredos, y un tiempo más
tarde se lanzó a la elaboración de vinos en La Rioja (en Ábalos bajo el nombre
de La Cantarada). A través de sus vinos trata de transmitir su pasión por el
viñedo y por una vinificación lo menos intervencionista posible para conseguir
vinos puros y que reflejen los parajes y pueblos de donde proceden las uvas.
Siguiendo esta filosofía elabora este tinto de Garnacha Las Bacantes en la
Sierra de Gredos, que ha sido vinificado de forma tradicional: viticultura
ecológica, pisados diarios de la uva durante el encubado y embotellado sin
filtración ni estabilización. Permanece 11 meses en barricas usadas de roble
francés. Producción limitada a 1.500 botellas. El nombre de las Bacantes proviene
de las mujeres que adoraban al dios Baco y participaban en sus fiestas. De
color rubí de baja capa. Aroma a frutillos rojos, piel de pomelo, litchi, monte
bajo. En boca es fresco, jugoso, acidez crujiente y vibrante que lo mantiene
vivo y largo. Fácil de beber. Borgoñón. Un vino TOP.
jueves, 5 de septiembre de 2019
Recomendación Forlong 80/20 2017
100% Palomino de dos parcelas completamente
diferentes entre ellas, de entre 40 y 50 años, plantadas en albariza y
cultivadas en ecológico desde hace más de 15 años. Vendimia de forma manual,
haciendo en la viña una primera selección. Una vez en la bodega, la uva pasa
por una mesa de selección. La uva entera y despalillada se vinifica en un 80%
de forma clásica y el 20% restante se fermenta con pieles de Pedro Ximénez,
como si fuese un vino tinto, en depósitos con control de temperatura, para
darle más volumen, color y olor. Tras unos 25 días, se retiran las pieles y se
obtiene el vino. Una vez fermentados, son dejados en depósito durante 5 meses
para que de forma natural decanten y, después se lleva a cabo el ensamblaje.
Tras este proceso, es embotellado sin haber sido sometido a ningún tratamiento ni
filtrado. De color amarillo pálido. Cierta turbidez. Aroma muy perfumado. Aroma
a flores blancas, jazmín, notas de menta, fruta tropical, fondo amielado. En
boca es fresco, frutoso, graso, con cierta estructura, final mineral y salino. Fiu,
fiu. Vino de la Tierra de Cádiz.
martes, 3 de septiembre de 2019
Recomendación: Vehemencia 2016
Joven proyecto Berciano pero que pertenece a
una familia de viticultores de Villadecanes (León), donde las viñas han estado
presentes y se han trabajado con mimo y cariño recogiendo el relevo de abuelos,
padres, siguiendo con el buen hacer tradicional. Viñedos centenarios de mencías
situados en laderas de grandes pendientes con suelos y orientaciones inmejorables.
“Vehemencia” define perfectamente la personalidad del proyecto. Fuerza, que
necesitan para trabajar unas viñas difíciles de mecanizar y que gracias a ellas
pueden realizar una laboriosa agricultura ecológica. Elaborado 95% con mencía y
5% con garnacha. De color picota, ribete violáceo. Muy cubierto. Aroma a fruta
roja, fruta madura, frutos del bosque, fondo de madera, especiado y mineral. En
boca es potente, frutoso, sabroso, estructurado, balsámico, cierto amargor
inicial. Largo. A seguirle la pista.
Recomendación: Licis 2014
Franck Massard, sommelier de gran prestigio
decidió abandonar el servicio del vino para volcarse por completo a su faceta
de creador de vinos (Epicure Wines). Todo empezó en el año 2004 cuando quedó
fascinado por el paisaje del Priorat. Allí compró, junto a un amigo, una
pequeña parcela. A medida que iba visitando otras zonas vitivinícolas españolas
fue descubriendo viñedos con un gran potencial, muchos de ellos centenarios y
de rendimientos muy bajos, situados en lugares recónditos, en climas
marginales, que daban una uva de inmensa calidad y con esa complejidad natural
tan difícil de obtener. Su pasión fue creciendo y decidió afrontar un nuevo
desafío: elaborar vinos en estas regiones prácticamente desconocidas como
Ribeira Sacra, Terra Alta o Valdeorras. Vinos con una identidad propia, que
fueran la fiel expresión de la tierra en la que nacen y en los que se aprecie
la tipicidad propia de cada zona y de cada variedad. Licis es un monovarietal
de Mencía de la Ribeira Sacra y que procede de una parcela del mismo nombre
situada en Amandi (Lugo). Tanto la fermentación maloláctica como la crianza del
vino se realiza en barricas (nuevas y usadas de un año) de roble francés de 500
litros. El resto del vino permanece en depósitos de acero inoxidable para
preservar el carácter frutal y fresco de la mencía. Una vez finalizada la
crianza, se procede a la mezcla de ambos vinos. De color cereza. Aroma a fruta
roja, frambuesas, moras, floral de violetas, lavada, fondo mineral. Elegante
nariz. En boca es fresco, frutoso, goloso, acidez vibrante, largo. Una delicia
de vino.
viernes, 30 de agosto de 2019
Recomendación: El Precipicio 2017
La Maleta Wines es el nombre del proyecto de cuatro
amigos cuyo objetivo es la búsqueda de las cosas bien hechas y tratadas con
esmero por manos artesanas. El de una forma de entender la vida en donde las
fronteras sólo son las que marca nuestra imaginación. Poseen tres proyectos
ubicados en: Valdeorras, Ribera del Duero y Rioja. En este caso estamos ante un
vino de la DO Valdeorras en donde se parte de la fusión de las viejas garnachas
tintoreras, de edades superiores a los 80 años, suavizadas en tinos de madera
francesa con mencías que, llegando a la mayoría de edad fusionan esta sedosa
juventud con la elegancia y cuerpo de la primera. De color cereza de media capa
y cierto ribete violáceo. Aroma a fruta roja, fruta fresca, piel de naranja,
punto floral de violetas, mineral, piedra seca. En boca es fresco, frutoso,
jugoso, ligero, buena acidez, placentero. Muy fácil de beber. Ideal para tomar
en verano, como aperitivo.
jueves, 29 de agosto de 2019
Recomendación: La Pequeñita Rosado Macerado 2017
AyPViticultores, “A” de Alonso y “P” de
Pedrajo (antiguo enólogo de Honorio Rubio), dos amigos que se unen para
embarcarse en el sueño de su vida: hacer su propio vino. En 2011 ese sueño
empieza a cobrar vida y tras mucho buscar, eligen el terreno. El afortunado
está en la Rioja más occidental, en las faldas de los Montes Obarenes, en
Villalba de Rioja. Cuidan con mimo el viñedo, practicando una agricultura
basada en la ecología, el respeto y la mínima intervención, tanto en el cultivo
como en la elaboración. Sus vinos sorprenden por su carácter y originalidad. La
Pequeñita surge como referencia a los pequeños viñedos dispersos por todo el
territorio vitícola de La Rioja, donde sus uvas, por su reducida cantidad,
están condenadas a ser mezcladas para su elaboración con otros lotes. La
Pequeñita es un proyecto basado en la localización, y elaboración de estas
parcelas y su elaboración en pequeñas partidas que defiendan la personalidad de
cada viñedo. Vinos en los que se busca la máxima expresión de la uva a través
de la mínima intervención posible, con el objetivo de preservar la fruta y la
singularidad de los distintos viñedos por separado, y la personalidad de cada
año, tratando de buscar lo mejor que cada uno de ellos puede expresar. Este rosado es el resultado de la fermentación
espontánea de Maturana blanca y tinta en tinajas de barro y que permanece en contacto
con sus pieles durante 198 días. Posteriormente se cría durante cinco meses con
sus lías. Producción limitada de 802 botellas. De color rosa pálido, casi
naranja. Aroma a fruta roja, fresa ácida, cítrico de pomelo, flores blancas,
perfumado. Elegante nariz. En boca es frutoso, delicado, de crujiente acidez
final, punzante. Muy fácil de beber. Recomendable no beber muy frío para
apreciar todas sus cualidades, que no son pocas. Más que un rosado, parece un
clarete riojano de los de siempre……pero mucho más fino y elegante. Santé.
martes, 27 de agosto de 2019
Recomendación: Forlong Rosado 2018 En el país de las maravillas
En 2014 nace Forlong de la mano de dos
enamorados del vino que han puesto su cuerpo y alma en la elaboración de vinos
totalmente artesanales y ecológicos. Trabajan siguiendo una filosofía de
respeto al medioambiente recuperando técnicas vitivinícolas ancestrales. Buscan
seguir la tradición milenaria de la viticultura de Jerez, pero elaborando algo
diferente. Es por ello por lo que fermentan su vino blanco “Amigo Imaginario”
en una bota de oloroso, elaboran sus tintos en tinajas de barro centenarias y
cultivan variedades como la Palomino fino, Pedro Ximénez y la minoritaria
Tintilla de Rota. Forlong en el país de las maravillas, nombre para este vino,
es toda una declaración de intenciones. Si ya parece inédito encontrar un
rosado elaborado con una Cabernet Sauvignon en Cádiz, aún más increíble es
comprobar la frescura y sedosidad que puede llegar a alcanzar. Un vino que
sorprende, disfrutón, diferente y con una versatilidad gastronómica
impresionante: va bien con todo. Si a esto añadimos que es ecológico estamos
ante todo un señor vino. Elaborado 100% con cabernet sauvignon que permanece en
sus lías durante 2 meses que son removidas semanalmente. De color naranja pálido.
Aroma a fruta roja, fruta fresca, frambuesa, fondo de melón. Muy fino en nariz.
En boca es fresco, frutoso, fresa ácida y golosa a partes iguales, de paso
sedoso, largo y final salino. Fácil de beber. Ideal como aperitivo y para los días
de calor. Un “rara avis” de los rosados de este país. Un vino muy molón.
Recomendación: Fuentes del Silencio Las Jaras 2017
Fuentes del Silencio está situada en Herreros
de Jamuz, al sur de la provincia de León (Castilla y León, España). Sus
viñedos, muchos de ellos centenarios, de las variedades autóctonas mencía y
prieto Picudo, plantados en pequeñas parcelas, están situados a 800 metros de
altitud a ambos lados del río Jamuz. Crecen sobre suelos pobres, de textura
franco limosa-arenosa, abundante piedra y materia silícea. Es un proyecto
liderado por la enóloga Marta Ramas y el asesoramiento de Raúl Pérez que nace
con la voluntad de potenciar las cepas autóctonas leonesas, practicando una
viticultura integrada y potenciando al máximo los métodos ancestrales. Elaborado
con: Mencía (60%), Prieto Picudo (30%) y Alicante Bouschet (10%) y con una
crianza de 9 meses en los mismos tinos troncocónicos de roble francés donde
realiza la fermentación. De bonito color picota y ribete violáceo. Limpio.
Aroma a fruta roja y negra, fruta fresca, frambuesa, moras, regaliz, punto balsámico.
En boca es fresco, frutoso, equilibrado, cierta estructura, goloso, fondo de
cacao y ahumados. Largo. Un vino TOP, TOP.
Recomendación: Samaruco 2016
Luis Pérez Rodríguez es un reconocido enólogo
de la zona de Jerez y, con esta bodega y el apoyo de toda su familia, recupera
la elaboración de vinos tintos de gran calidad tal y como fue tradición durante
tres milenios. En el año 2002 adquiere la finca Vistahermosa, en pleno corazón
del viñedo jerezano, y empieza a elaborar sus vinos considerados 'de autor'.
Son pequeñas creaciones artesanales, impregnadas de un notable carácter mineral
que debe tanto a la elevada situación de la finca, donde el viñedo goza de un
microclima especial y de la afluencia de los vientos marítimos, como a la
composición del suelo, con un 30% de caliza (el viñedo, de unas 14 ha., se
asienta sobre una marga arcillo calcárea yesífera, algo único en la zona de
Jerez). Trabaja con variedades foráneas como: syrah, merlot, petit verdot y con
la local tintilla de Rota. Samaruco es un coupage de syrah (85%) y petit
verdot, la uva estrella de la bodega, criado un barricas de roble francés
durante 12 meses. De intenso color cereza y cierto ribete violáceo. Aroma a
fruta negra, fruta madura, fruta confitada, balsámico, fondo especiado, vegetal
y mineral. En boca es potente, estructurado, equilibrado, taninos maduros, cálido
y fresco a la vez. Largo y agradable postgusto. Fácil de beber pese a sus 15º. Un
vino para recomendar y disfrutar.
viernes, 12 de julio de 2019
Recomendación: 30.000 Maravedíes 2016
El Treinta Mil Maravedíes es un vino de
comarca, como su propio nombre indica. El maravedí fue una antigua moneda
española con la que, según la historia, don Álvaro de Luna compró el Señorío de
San Martín de Valdeiglesias a los frailes del convento de Santa María (quienes
habían introducido el cultivo de la vid en estas tierras), abonando a éstos la
suma de 30.000 maravedíes. Así consiguen, desde la bodega, que un hecho
histórico conecte los vinos actuales con los que por aquel entonces elaboraban
los monjes. Se trata de un vino producido a partir de cepas de todo el valle,
casi de todos los suelos y orientaciones que conforman las tierras que compró
don Álvaro y que pretende reproducir sensaciones de antaño. Con tal finalidad
mezclan la garnacha y las uvas minoritarias de la zona como la morenillo (uva
de creciente popularidad en la DO Terra Alta, pero poco conocida aún en el
viñedo madrileño) para dar forma a un vino pleno de tipicidad, pero también con
carácter propio. Elaborado con un 90% de garnacha y 10% de otras variedades
como la morenillo, que permanece 8 meses en barricas usadas de roble francés.
De color rubí. Aroma a frutos rojos, frambuesas, grosellas, monte bajo, piel de
mandarina. En boca es frutoso, jugoso, ligero, amplio, taninos finos y cierta
mineralidad. Fácil de beber. Brutal.
Recomendación: Atrepat 2018
El nombre de este vino explica perfectamente
el peligro que corremos al probarlo. Un divertido juego de palabras fruto de la
divertida combinación de trepat (la variedad de uva con la que se elabora) y de
atrapat, que en catalán significa 'atrapado'. Así es justamente cómo se siente
uno al probar este vino joven rebosante de energía y de sensaciones
placenteras. No cabe duda de que las dos vendimias (una temprana para preservar
la acidez y otra en plena madurez para buscar la intensidad de la fruta), así
como la doble vinificación (maceración carbónica y convencional) han dado en el
clavo, conjugando lo mejor de cada una de las opciones. Si a todo esto le
sumamos una viña vieja, altitud y suelo arcillo-calcáreo trabajado bajo
principios ecológicos, resulta sencillo entender por qué este vino te dejará
verdaderamente atrepat. De color rubí y cierto ribete violáceo. De media capa. Aroma
a frutos rojos, frambuesas, fruta ácida, fondo herbáceo, floral de violetas. En
boca es fresco, frutoso, jugoso, cierta acidez refrescante, naranja sanguina. Pura
golosina de fresa. Fácil de beber. Un peligro de vino. Para beber y beber…….
lunes, 10 de junio de 2019
Recomendación: Trispol 2017
Mesquida Mora es el proyecto personal de la
elaboradora Bárbara Mesquida-Mora, un proyecto que inició en el año 2012 una
vez cerrada la bodega familiar dirigida por la anterior generación. El proyecto
Mesquida Mora, mucho más pequeño y personal que el original, se basa en dos
ejes principales: el trabajo exclusivo con viñedos propios situados en los
pueblos mallorquines de Porreres y Felanitx, y la viticultura biodinámica, siempre
con el objetivo de buscar vinos con el perfil más fresco posible. Para elaborar
sus vinos, la bodega cuenta 20 hectáreas de viñedo divididas en ocho parcelas
con cepas que tienen edades comprendidas entre los 5 y los 67 años,
certificadas por el Consell Balear de Agricultura Ecológica y Demeter. Todas
ellas están cultivadas sobre suelos calcáreos, arcillosos y de call vermell, la
tierra rojiza típica de la isla de Mallorca. Siembran cubiertas vegetales,
aplican compost y preparados biodinámicos y usan infusiones de plantas
medicinales, todo con el fin de conseguir uvas de calidad óptima, que sean la
expresión más pura del triángulo suelo-clima-variedad. Además, para estimular
la salud de las cepas también realizan todos los trabajos a mano. Respecto al
clima, este es típicamente mediterráneo, con temperaturas muy altas en verano y
moderadamente bajas durante el invierno. Además cabe destacar la importancia
del embat, un viento que sopla de mar a tierra durante las horas de máxima
insolación y cuya dirección se invierte durante la noche. Este viento es
también el responsable de que los vinos de Mesquida Mora se perciban como
salinos, ya que al ser un viento de origen marino, podría aportar a las bayas
una cantidad importante de sales. Como
curiosidad, en la etiqueta aparecen las baldosas pisadas por la propia Bárbara
Mesquida durante su infancia en la casa de sus abuelos maternos, en Porreres. Simple
y elegante. Elaborado 60% con callet, 20% cabernet sauvignon y 20% syrah, que
permanece 12 meses en tinas de 5.000 litros (Callet y Syrah) y en barricas de
225 litros de roble francés (Cabernet sauvignon). De bonito color cereza de
media capa. Aroma a frutos rojos, hierbas de monte, fondo de pimiento y
especias, balsámico. En boca es fresco, frutoso, jugoso, equilibrado, taninos
finos y elegantes. Fácil de beber. Muy grande. 92 Parker.
miércoles, 5 de junio de 2019
Novedad: Sileo 2017
AT Roca es la aventura personal de Agustí
Torelló Sibill, enólogo con gran experiencia que, tras 30 años en el mundo del
cava, deja atrás la bodega familiar para embarcarse en un nuevo proyecto. Su
máxima es elaborar vinos que reflejen el paisaje que los rodea, en una apuesta
clara por la agricultura ecológica y biodinámica, la sostenibilidad y la
conservación de la diversidad de paisajes y variedades tradicionales que
conviven en el Penedés. Sileo significa reiniciar en latín y este es el
espíritu de este vino, un reinicio, un reconectar con la tierra. Agustí Torelló emprende, junto a su familia,
su sueño de elaborar en el Montsant. Sileo es un reto personal que busca
transmitir la personalidad del terroir y las variedades autóctonas en la Sierra
del Montsant, territorio histórico del Priorat. Elaborado con un 80% de
garnacha y 20% de samsó de viñedos viejos cultivados en ecológico y con trabajo
manual para preservar su calidad. Crianza de 4 meses en barricas de roble francés.
De color cereza, cierto ribete violáceo. Aroma a frutos rojos, notas florales y
vegetales, fondo de piel de naranja, ahumado. En boca es fresco, frutoso,
jugoso, equilibrado y de taninos dulces. Placentero y fácil de beber. Un buen
ejemplo de vino de sed.
Recomendación: La Raspa 2017
Viñedos Verticales es una joven bodega fundada en el 2015 y adscrita a
la D.O. Sierras de Málaga. Con un nombre muy apropiado dadas las pendientes
donde se sitúan las viñas. Nacida con el claro objetivo de poner en valor la
viticultura de la Axarquía malagueña, donde los viñedos, muchos de ellos
centenarios, crecen en pronunciadas pendientes y desniveles de entre el 40 y el
60 por ciento, en cotas situadas entre los 400 y 900 metros de altitud. Todo
ello complica sobremanera cualquier labor vitícola, pero a la vez, otorga a las
uvas unas características únicas para la elaboración de los vinos. La
viticultura sigue siendo muy tradicional, casi siempre ayudados por mulas en
las labores de carga y en el tiempo de vendimia. La bodega se surte de
distintas parcelas mayoritariamente de Moscatel, pero también se encuentran
algunas otras variedades como Pedro Ximénez o la Romé. Para este vino se ha
utilizado 80% moscatel de Alejandría y 20% de doradilla, uva autóctona de las
Sierras de Málaga y que permanecen 5 meses en trujales de hormigón con sus lías.
De color amarillo pálido. Aroma a flores blancas, hinojo, fondo de fruta de
hueso. En boca es fresco y seco a partes iguales, con cierto volumen, punto
anisado, mentolado y final salino. Ideal para los cálidos días de verano. Un
bombazo que dará que hablar en el futuro. Simplemente genial.
jueves, 30 de mayo de 2019
Recomendación: Carravalseca 2015
Casa de la Primicia (siglo XI) es el edificio
civil más antiguo de la villa de Laguardia, la capital de Rioja Alavesa. Desde
inicios del siglo XV la iglesia cobraba aquí, el impuesto agrícola de los
Diezmos y Primicias. Así nace Casa Primicia. Bodega familiar, que hoy la
regenta la tercera generación. Aprovechando el bondadoso microclima de la zona,
el viñedo de Bodegas Casa Primicia se extiende desde fincas situadas a las
faldas de la Sierra de Cantabria hasta laderas cercanas al Río Ebro. Cordillera
y río, que son las fronteras naturales de una comarca que vive por y para el
vino, Rioja Alavesa. De todos los viñedos la joya es Carravalseca, finca
ecológica rodeada de olivos, en un entorno único, en un pago que lleva el
nombre de una laguna natural endorreica protegida. Viñedos de 36 años de edad
situados a una altitud de 605 metros. Elaborado con un 97% tempranillo y 3%
graciano que permanece 12 meses en barricas nuevas de roble francés y
americano. De color cereza cubierto. Limpio y brillante. Aroma a frutos rojos,
lácteos de yogur, finas vainillas, fondo de coco. Expresivo. En boca es
frutoso, equilibrado, regaliz, balsámico, taninos suaves. Fácil de beber.
lunes, 20 de mayo de 2019
Recomendación: Montecastro 2014
Montecastro es una bodega que se fundó en el
año 2000 cuando un grupo de amigos y empresarios apasionados del vino
decidieron iniciar su proyecto empresarial. En 2012, es adquirida por parte de
los responsables de la prestigiosa bodega también ribereña Hacienda Monasterio.
Tras la adquisición, Carlos de la Fuente, estrecho colaborador de Peter Sisseck
desde 1991 en la dirección técnica de Hacienda Monasterio, asumió las riendas
enológicas de Montecastro, siendo la añada 2014 la primera añada elaborada
enteramente tanto por él como por su equipo. El objetivo de Hacienda Monasterio
con Montecastro es mantenerse fieles al proyecto original de elaborar vinos
creativos y de calidad para sacar lo mejor de un viñedo excepcional. Para ello
se nutren de 27 hectáreas ubicadas a entre 860 y 930 metros de altitud en la
localidad vallisoletana de Castrillo de Duero. La mayoría de estos viñedos
están plantados con la variedad Tinto Fino, aunque también poseen un pequeño
porcentaje de Cabernet Sauvignon y Merlot. Solo trabajan con depósitos de
hormigón termoregulados, material que protege los vinos de los cambios bruscos
de temperatura y es especialmente indicado para potenciar sus valores frutales.
95% tempranillo y 5% merlot que descansa 8 meses en barricas nuevas de roble
francés seguido de 10 meses en barricas de roble francés de segundo y tercer
uso. De bonito color picota, ribete violáceo. Limpio y brillante. Aroma a
frutas rojas y negras, fruta madura, ligeras notas lácteas, roble cremoso,
suaves torrefactos, especias dulces. Muy expresivo en nariz. En boca es
potente, carnoso, sabroso, equilibrado, regaliz, balsámico. Persistente. 92 Parker
y 91 Peñín.
Recomendación: La Bruja de Rozas 2016
Nueva añada de este vino de la DO Vinos de
Madrid que, hasta ahora, conocíamos como La Bruja Avería y que ahora pasa a ser
conocido como el vino La Bruja de Rozas. Vino elaborado por Comando G, una
joven bodega que tiene como objetivo elaborar vinos a partir de garnachas viejas.
De ahí la G del nombre. G de garnacha. Un monovarietal de Garnacha que la
bodega Comando G elabora a partir de las viñas de entre 30 y 80 años repartidas
en tres fincas situadas a unos 900 metros de altitud en la Sierra de Gredos,
concretamente en la zona de Rozas de Puerto Real sobre suelos graníticos. A esta altitud consiguen una maduración equilibrada y unos
vinos muy frescos. Practican
una agricultura siguiendo los principios de la biodinámica, completamente
respetuosa con el entorno. Cada parcela
se vendimia y se vinifica por separado. Las fermentaciones y maceraciones se
realizan en tinas de madera, con levaduras autóctonas y suaves maceraciones.
Una vez realizado el coupage, el vino reposa durante 9 meses en cubas de
madera. De color rubí. Aroma a fruta roja, cerezas, piel de naranja, litchi,
hierbas de monte, mineral. En boca es frutoso, jugoso, ligero, fresco, especias
dulces. Muy placentero. Borgoñón. Exquisito. 93 Parker.
viernes, 17 de mayo de 2019
Recomendación: Demencia Cachicán 2017
La palabra Demencia está relacionada con lo
inverosímil, un pequeño desorden mental, pero cargado de ingenio y brillantez, de
eso está hecho el vino Demencia. Un proyecto joven, creado y desarrollado por
gente joven, que tienen una cosa en común: les gusta el vino con locura. El
nombre Demencia también responde a un juego de palabras basado en la materia
prima con la que está elaborado el vino: la variedad Mencía. Al frente de este
proyecto está Nacho León un joven berciano cuyo objetivo es hacer grandes vinos
basándose en viñas viejas y en una elaboración artesanal. Demencia Cachicán es
un proyecto arriesgado con poco más de 300 botellas elaboradas a través de un
crowfunding. La voluntad de Nacho León de elaborar un gran vino, siguiendo
métodos tradicionales y con la mínima intervención. El resultado es un vino de
pueblo, de Los Baños, concretamente, que expresa el terroir del que procede
como pocos. Sin adición de sulfuroso, es un vino natural elaborado con Mencía y
las variedades blancas locales que se encontraban plantadas en el mismo viñedo,
principalmente Doña Blanca. 5 meses en barrica usada y un ejemplo de cómo el
vino se hace solo. Excelente presentación: bonita etiqueta y lacrado. De bonito
color picota y ribete violáceo. Aroma a frutos rojos, frutos negros, frutos del
bosque, moras, arándanos, sotobosque, mineral. En boca es frutoso, carnoso,
cierta acidez que recuerda a la piel de naranja pero con un final balsámico. Fácil
de beber. Largo. Brutal. 92 Parker.
lunes, 6 de mayo de 2019
Recomendación Cuevas de Arom As Ladieras 2015
En el año 2008, Fernando Mora, visitó con su
mujer el museo Vivanco, en Rioja, y bodegas Blecua en Somontano y tras estas
visitas surgió el flechazo de Fernando con el mundo del vino, tal es así que
ese mismo año hicieron su primer vino en la bañera de su casa. A partir de aquí
se embarca en obtener el título más respetado en el mundo del vino, el Master
of Wine, que consigue en tan solo 3 años. Tenía claro que su futuro estaría
dentro del mundo del vino. Más tarde conoce a Mario López y empezaron a
elaborar vinos en el garaje de los padres de Mario con las viñas que ya
plantaron su padre y su abuelo. Valdejalón, tierra de Garnachas, es una IGP (Indicación Geográfica Protegida) que
está en la provincia de Zaragoza. Se situaría en el centro de un triángulo que
dibujarían Cariñena, Calatayud y Campo de Borja, y en cierto modo comparte
algunas características con los vinos de estas denominaciones. Posee un clima
continental con influencia mediterránea, muy extremo en cuanto a las
oscilaciones térmicas, con una pluviometría escasa, que oscila entre 100 y 300
l/m2 al año y un viento muy presente, “el Cierzo”. Valdejalón ha sido una
tierra con una viticultura ligada históricamente a cooperativas y a la
producción de vinos de granel. La Garnacha es su uva mayoritaria, una uva para
los creadores de esta bodega tiene un gran potencial. Siete años después de
empezar a elaborar vino casero, comenzaron a producir vino a partir de la uva
que mejor conocían: la Garnacha y en este caso de la zona de Campo de Borja y
cultivada en altitud. Para este vino decidieron cuestionarlo todo y emplear
diferentes depósitos para su fermentación y crianza, desde madera hasta
hormigón, donde permanece el vino entre 10 y 12 meses. De color cereza y borde
granate. Aroma a fruta roja, cerezas, fruta madura, fruta confitada, notas
vegetales y florales. En boca es sabroso, jugoso, cierta potencia inicial, equilibrado,
cálido, balsámico, taninos suaves. Largo y agradable postgusto. Fácil de beber.
91 Parker y 92 Peñín.
Recomendación: Paraje de los Vidrios 2016
Bodega de nueva creación (2015) puesta en
marcha por el afamado distribuidor de vinos Miguel Ángel Sánchez entre Cadalso
de los Vidrios y San Martín de Valdeiglesias, dentro de los límites de la
Comunidad de Madrid. Gran conocedor de los vinos de nuestro país por su labor
como distribuidor de grandes marcas creadas por vitivinicultores de prestigio
como, por ejemplo, Álvaro Palacios. Se hizo con varios viñedos en las dos
localidades madrileñas ya mencionadas y, junto a sus socios, ha levantado su
proyecto más personal: Parajes de los Vidrios. La idea es elaborar vinos
naturales a partir de dos variedades arraigadas en la zona desde tiempos
inmemoriales: la Garnacha y la Albillo, empleando prácticas biodinámicas y el
uso de caballos para las labores en la viña. El objetivo es sacar al mercado
vinos elegantes que recojan la esencia del territorio y hagan disfrutar a los
aficionados de la finura de ambas variedades autóctonas. Para ello parten de
viñedos muy viejos de hasta un siglo de antigüedad y cultivados con el máximo
respeto por el medioambiente. Elaborado 100% con garnacha de viñedos de entre
60 y 100 años de antigüedad cultivados a una altitud entre 800 y 900 metros que
permanece 12 meses en barricas de roble francés de 500 litros. De color rubí,
ribete naranja. De media-baja capa. Aroma a fruta roja, cerezas, fruta fresca,
pile de naranja, ligeras notas ahumadas. En boca es fresco, frutoso, jugoso,
ligera acidez refrescante, taninos suaves. Muy fácil de beber pese a sus 14,5
grados. Excelente.
martes, 23 de abril de 2019
Novedad: Panorámico 2016
Vinos del Panorámico lo conforman dos jóvenes
emprendedores, apasionados del vino y formados en una familia con amplia
vocación vinícola. Dos nuevos artistas del vino se han hecho un hueco en Rioja.
Alejandro Estebas estudió enología y Daniel Rodríguez se formó en el diseño,
arte y cultura del vino. El tándem creativo se puso manos a la obra con la
intención de acercarnos vinos íntimos, únicos e irrepetibles. Y lo consiguen.
El nombre de Panorámico proviene de la impresionante foto del paisaje vitivinícola
que se descubre en el Valle de Iregua. Quieren poner en valor esos “corros” o
“majuelos” que sus antecesores ya usaban para el “vino de casa” y que hoy
guardan la esencia de los grandes vinos. Basándose en esa viticultura con alma,
que observa más que interviene, confían en las manos expertas del pequeño
viticultor desprovisto de artificios pero sobrado de experiencia. Así han
llegado a salvar mágicos viñedos en peligro de extinción y de muy diferente
condición de suelo, altitud y edad. Primera añada de este tinto elaborado un 80%
con tempranillo y 20% de garnacha que permanece 12 meses en barricas de 500
litros. De bonito color cereza y ribete granate. Aroma a frutillos rojos,
cerezas, notas ahumadas y fondo floral. En boca es fresco, jugoso, fruta roja,
acidez vibrante y de taninos finos. Fácil de beber. 92 Tim Atkim. Un nuevo
concepto de vino en Rioja que muchos jóvenes productores están poniendo de
moda. A destacar la esmerada presentación, el lacrado y una bonita etiqueta. Genial.
Recomendación: El Lance 2015
La Bodega Suertes del Marqués la componen una
serie de viticultores que vendían uva durante años hasta que un día se plantean
elaborar sus propios vinos para poner en valor las variedades y el sistema de
conducción autóctono del Valle de la Orotava. Francisco Javier García Núñez y
sus hijos fundan en 2006 Suertes del Marqués. La idea inicial era conservar la
costumbre agrícola de la zona, pero el tiempo les ha posicionado como una de
las bodegas más interesantes de Canarias. Desde mediados de 2016 tienen nuevo
equipo técnico. El nombre de la bodega cuenta en parte sus orígenes.
Antiguamente a las parcelas en la zona se les llamaba "suertes" y
parte de los terrenos fueron en su día propiedad de un terrateniente. La bodega
se erige sobre un viñedo de 11 hectáreas, situado en las medianías de La
Orotava (Las Suertes). La finca se extiende en altitud desde los 350 metros
hasta los 700 metros sobre el nivel del mar. La mayor parte del viñedo lo
dominan cepas centenarias de Listán negro y blanco cultivadas en el singular
sistema de cordones trenzados múltiples. En el resto del viñedo conviven viñas
jóvenes y viejas de variedades autóctonas (Pedro Ximenez, Tintilla, Baboso
negro) cultivadas en espaldera y cordón. La propiedad la conforman 21 parcelas
identificadas según la composición del suelo, la orientación, la altitud y la
temperatura. Cada parcela se analiza, controla, trabaja y vinifica por
separado. De esta manera, trasladan a cada uno de sus vinos la personalidad de
los suelos. En bodega interfieren lo mínimo posible en los vinos, utilizando
levaduras autóctonas y empleando para la fermentación y crianza cubos abiertos
de hormigón sin revestir y fudres de roble francés. Coupage de las variedades: Vijariego
negro, Tintilla, Listán negro, Baboso negro, Malvasía rosada que permanecen 9
meses en barricas de roble francés de 500 y 225 litros. De color rubí. Aroma a
fruta roja, fruta fresca, piel de naranja, ahumado, mineral. Expresivo. En boca
es ligero, fresco, goloso, mineral. Tan placentero que invita a seguir
bebiendo.92 Parker. Pura golosina.
lunes, 8 de abril de 2019
Recomendación: El Espinal 2016
Exopto (del latín, desear fuertemente,
esperar con mucha ilusión) nació en 2003 fruto de la ilusión de tres amigos que
tenían como principal objetivo interpretar Rioja y su terruño de manera
distinta. De esos tres pioneros actualmente solo queda al frente Tom Puyaubert,
nacido en Burdeos, vendedor de la famosa tonelería francesa Saury y afincado en
La Rioja desde hace un par de décadas. La base que sustenta el trabajo de
Bodegas Exopto pasa por la localización de parcelas muy diferentes entre sí,
teniendo en cuenta los suelos y las orientaciones. En cuanto a las variedades,
trabajan las 3 históricas riojanas: Tempranillo, Garnacha y Graciano, dando
protagonismo a cada una de ellas en 3 vinos distintos. Finalmente, cuando el
trabajo se traslada a la bodega, los parámetros anteriores, de parcelas y uvas, sirven para definir el tipo de material con el que se fermentarán los vinos:
madera, hormigón y acero inoxidable, así como también el método de elaboración:
pigeage, remontados, estático. Poseen vides en diferentes municipios riojanos y
heterogéneos en clima y suelo, como Alfaro y Ábalos. El Espinal, cuyo nombre
procede del viñedo del que se obtienen las uvas para su elaboración, es parte
de una colección de vinos auténticos y sinceros que rinde homenaje a Miguel
Ángel Mato, labrador apasionado y viticultor emérito natural de San Vicente de
la Sonsierra. A través de este vino, Tom Puyaubert busca resaltar el carácter
único de sus mejores parcelas y revalorizar el trabajo del hombre, componente
primordial de la noción de terroir junto al suelo y al clima. Elaborado 100%
con la uva Maturana tinta, que está siendo rescatada por pequeños productores,
permanece 12 meses en barricas de roble francés usadas de 600 y 225 litros. De
bonito color picota y ribete violáceo. Aroma a frutillos rojos, fruta negra, arándanos,
fruta fresca, notas lácticas y balsámicas, fondo de violetas y especiado. En
boca es fresco, frutoso, equilibrado, suaves taninos, sedoso, punto especiado. De
final fresco y largo. Vinazo.
lunes, 25 de marzo de 2019
Cata Valenciso
El nombre de esta emblemática bodega Riojana
viene de la unión de los apellidos de sus fundadores, Luís Valentín y Carmen Enciso.
Empezaron con 100 barricas, comprando toda la uva y tratándola en instalaciones
alquiladas. De este modo consiguieron 24.000 botellas en la primera cosecha, la
de 1998. Hoy disponen de su propia bodega donde elaboran cerca de 120.000
botellas en cada cosecha, con uvas que, en parte, son cultivadas por ellos
mismos y en parte son controladas en acuerdos con viticultores. En Bodegas
Valenciso sólo se elabora un vino por cosecha, siempre Reserva. De ahí su lema: "una bodega, un
vino, una marca". Buscan vinos elegantes, finos y donde la fruta esté
siempre por encima de la madera.
La cata, o mejor dicho master class, estuvo dirigida por Luis Valentín, donde nos
hizo un breve recorrido de la bodega desde sus orígenes a la actualidad,
amenizado con divertidas anécdotas y un conocimiento exhaustivo del tipo de
madera que se utiliza en las barricas donde descansan sus vinos. 6 fueron los
vinos catados:
Valenciso blanco 2017. 70% viura y 30%
garnacha blanca de viñedos viejos que permanece 8 meses en barrica de roble
caucásico. De color amarillo. Suave en nariz a cítricos y panadería. Untuoso en
boca, cremoso y balsámico. Largo.
Valenciso tinto 2012. 100% tempranillo que
fermenta en depósitos de cemento y permanece 19 meses en barricas de roble
francés. De color cereza y borde granate. Aroma a fruta roja y negra, fruta
madura, suave tostado, cacao y finos mentolados. En boca es fresco, frutoso y
con una viva acidez. Mejorará con el paso en botella.
Valenciso 2007, diez años después.
Tempranillo de la cosecha del 2007 que se embotella diez años después y que
durante ese tiempo, la mitad lo pasa en depósitos de cemento y la otra mitad en
barricas de roble del Cáucaso. De color picota y borde granate. Muy expresivo
en nariz a fruta confitada, punto floral, especiado. Complejo. En boca fresco, frutoso,
con una acidez vibrante que lo mantiene vivo. Fino y elegante. Todo un vinazo.
El que más gustó a los presentes.
El final de la cata fue un divertido juego
sobre cómo afecta el tipo de madera utilizado en cada barrica sobre un mismo
vino. En este caso, un mismo tempranillo de la añada 2012, que permanece 14
meses en barricas. Uno lo hace en roble americano, otro en roble francés y otro
en roble ruso. Las diferencias aromáticas y gustativas diferentes, pero todas
buenas. Ahí depende del gusto del consumidor. Mientras que el roble americano
aporta aromas a coco y especiados el francés da notas de vainillas, frutos
secos y clavo, mientras que el ruso da características más balsámicas y
mentoladas. En definitiva tres grandes vinos.
Poco más se puede decir de esta gran velada
impartida por una persona sencilla que derrocha conocimiento y pasión por los
cuatro costados. Gracias Luis.
viernes, 15 de marzo de 2019
Recomendación: Pago El Espino 2016
Cortijo Los Aguilares, bodega nacida en 1999
y acogida a la DO Sierras de Málaga, se encuentra a 5 kilómetros de Ronda,
ciudad histórica y monumental vinculada a la tradición vinatera desde hace
siglos. Cuentan con 18 hectáreas de viñedos, certificados en ecológico,
situados a más de 900 metros de altitud. La influencia del mar Mediterráneo y del océano Atlántico, le confieren un microclima ideal para la
lenta maduración de la uva, pero sobre todo, para mantener la acidez de la
misma por la tremenda oscilación térmica entre el día y la noche durante el
verano. El suelo es mayoritariamente arcilloso, con abundante piedra caliza.
Esta composición favorece la resistencia de la planta al rigor del verano, ya
que el suelo retiene la humedad conseguida en las abundantes lluvias de
primavera. Pago El Espino nace del coupage de 65% petit verdot, 24% syrah y 11%
tempranillo que permanece 15 meses en barricas de roble francés de 300 y 500
litros. De color cereza y borde granate. Aroma a frutillos rojos y negros,
arándanos, hierbas de monte, balsámico, madera de cedro. En boca es fresco,
frutoso, sabroso, equilibrado, punto especiado, taninos suaves. Largo y
elegante final. 94 Peñín.
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